Hace añitos la primera semana era para los sprinters. O para esas escapadas maravillosas de 150 kilómetros que se neutralizaban, o no, en los últimos 200 metros. Pero este año el Tour nos ha preparado una primera semana muy entretenida pero bastante puñetera para los sprinters: Muros, pavés, abanicos… Parece al menos que esta quinta etapa, con un recorrido de 189 kilómetros entre Arras y Amiens, será el momento para que Degenkolf y compañía se hagan con su botín.
¿Será un día “tranquilo”?