Por un Señor de Toledo.- Los Pirineos se despiden del Tour de Francia 2015 y lo hacen con una etapa interesante, dura y que puede permitir ver algo distinto, de lo acontecido hasta el momento, en la ronda gala. Es, sobre el papel, la etapa más dura de los Pirineos y la que más opciones para plantear una batalla táctica a un líder que parece intocable…
La carrera discurrirá entre Lannemezan y la subida final a Plateau de Beille, con 195 km de recorrido y cuatro cotas de montaña por ascender: una de segunda categoría, dos de primera y la subida final de categoría especial, o ‘fuera de categoría’ como son denominadas en el Tour.
Como ya apuntábamos, el terreno da para plantear una carrera distinta, para intentar desatar la batalla desde muy lejos y probar también romper al Sky de Froome en alguna de las subas o los descensos que van a tener que afrontar los corredores.
La primera subida que se encontrará la serpiente multicolor es el Col de Portet de d´Aspet, de segunda categoría. Después vienen encadenadas las dos subidas de primera categoría, las de Col de la Core y Port de Lers; ambas ya con la entidad suficiente como para que se desaten las hostilidades para los valientes que quieren intentarlo desde lejos.
La guinda final la pone la ascensión a Plateau de Beille, uno de los ya míticos grandes colosos pirenaicos. Casi 16 km de subida al 7,9% de desnivel medio. Es una subida muy constante en la que los porcentajes están siempre alrededor del 8% y el 9%. Un puerto largo, duro, constante y al que los corredores deben llegar ya maduros.
Además, hemos consultado algunas páginas que ofrecen la predicción meteorológica y hay opciones de tormentas para mañana jueves, a la hora de la llegada de la carrera. Es cierto que no son muy altas ni importantes, pero sí que existe esta posibilidad, lo cual puede poner algo más de pimienta al recorrido y en algún aprieto a Froome.