Por Un Señor de Toledo.- Todos esperábamos con muchas ganas, con ansía incluso, la llegada de los Alpes en el Tour; esperábamos la entrada de nuevos aires que supusieran un cambio en lo que habíamos visto hasta el momento, en la superioridad casi insultante de Froome y el Sky. Y en parte, algo de esto ha pasado. Efectivamente hemos visto a un Froome un poco más humano y hasta en momentos muy puntuales vulnerable…
La parte negativa de todo esto es que esa vulnerabilidad ha sido propiciada por los de casi siempre: por Contador y Nibali; justamente los corredores que más alejados tiene Froome de la general y los que menos daño pueden hacer al británico por ese mismo motivo…
Además, también mirábamos al pequeño hombre de Movistar, a la esperanza del jersey blanco, como ese mesías capaz de salvar la carrera, de poner en serios y verdaderos apuros a Froome y a todo el bloque del Sky. Pues bien, ni una cosa ni otra. Ni Quintana, ni tampoco el Movistar, con Alejandro Valverde tercero, han querido mover el árbol a ver qué pasaba con el británico. Quizá del árbol no hubiese caído la fruta, porque tan madura no parece estar, pero eso nunca lo sabremos… Todavía queda terreno, sí. Todavía hay opciones, sí también; pero estamos un poco decepcionados con la actitud del conjunto español en este Tour de Francia.
Esta actuación no se entiende salvo desde la premisa que quieren ser segundos en la carrera, pero no ganarla. Dan por bueno el triunfo de Froome. Sólo bajo este prisma, es medianamente entendible la actitud tan ‘amarrategui’ de Movistar. La tercera posición de Valverde es un éxito, está muy claro; pero como conjunto y para ser ambiciosos… ¿No sería mejor haber hecho una apuesta un poco más arriesgada e intentar asaltar el maillot amarillo…?
Desde la primera etapa de Alpes con final en Pra Loup algo nos pareció extraño. Todavía con mucha carrera por disputar, que a un ataque de Contador muy lejos de meta fuese el conjunto Movistar el que respondiera… No lo entendimos, como no lo entendió casi nadie, salvo que ya estuviesen corriendo por ser segundos… Era una magnífica ocasión, para empezar a limar al Sky e intentar dejar sólo a Froome y ponerle así en aprietos. Al menos eso dice el ‘libro’ del ciclismo…
Las etapas se han ido sucediendo y a falta todavía de dos grandes jornadas alpinas, de momento, el Movistar está mucho más preocupado de defender su segundo y tercer puesto que de aspirar el primero… Allá ellos… Desde luego a nosotros, al espectador: Esto no nos está gustando nada.
