Por Techo Díaz. Pocas veces un triunfo da tanto que hablar en ciclismo. Salvo algunos gestos por todos recordados como disparar una flecha o una pistola, lo normal es que un ciclista levante los brazos cuando entra primero en la meta. A veces incluso lo hacen cuando desde la tele es imposible discernir quien ha ganado un sprint o los jueces tienen que recurrir a la foto finish. Lo que no es normal es no celebrarlo.
Salvo que no te enteres. Salvo que ganes una carrera tan prestigiosa como la Clásica de San Sebastián y te tenga que decir tu masaijista que has ganado, que es exactamente lo que le ha pasado hoy a Adam Yates, flamante ganador de la Klasikoa. Pero, como se dice en el mundo moderno, un Vine vale más que mil palabras, así que les dejamos con las imágenes.
https://vine.co/v/eHuxZUOtmij
Puede parecer una empanada mental del gemelo de Orica, pero lo cierto es que la carrera ha sido un poco caótica, sin imágenes por televisión a causa de una avería en el avión que hacía de enlace. Y aunque los aficionados, aún con mono de Tour, nos hemos quedado con ganas de verlo en directo por TV, al menos el final nos ha brindado una imagen que quedará para la historia. La celebración más rara de los últimos tiempos. Es lo que se llama ganar sin enterarse.
Poco después van conociéndose las causas del despiste y lo que podía ser un final cómico podría teñirse de tragedia. Parece ser que Greg Van Avermaet circulaba escapado y ha sido arrollado por una moto, lo que habría provocado que Yates no conociese que era el primero en el momento de entrar en meta. Eso es al menos lo que ha asegurado el ciclista de BMC en su Twitter. La polémica está servida.
I was going to win classics San Sebastián until the motto run into me and put me on the ground. Game over! Bravo organization, bravo motto!
— Greg Van Avermaet (@GregVanAvermaet) agosto 1, 2015