Cuenta la historia – y este post de Aulafácil – que la tradición inglesa del té de las cinco nació del hambre con el que Lady Anna María Stanhope se levantaba de sus siestas allá por 1840. Hoy en día te levantarías y atracarías la nevera, pero a Lady Anna se le ocurrió hacer que sus sirvientes le pusieran un té y algo de comer.
Desde ahí hasta nuestros días, la tradición del té de las cinco se ha perpetuado como un símbolo que siempre se nos viene a la cabeza cuando hablamos de costumbres inglesas. Y son precisamente las costumbres inglesas las protagonistas de unas peculiares olimpiadas llamadas The Chap Olympiad que se celebran cada dos años y que están organizadas por la revista The Chap.
Estas pruebas celebran, tal y como dice su página “La ineptitud inglesa para el deporte“, y reúnen a una interesante colección de deportistas vestidos de manera absolutamente excéntrica. Como podéis ver en estas fotos (de las pruebas celebradas en julio de este año), uno de los deportes de estas olimpiadas es una estrafalaria versión del ciclismo en la que no se trata de llegar antes a meta, sino de servir y tomar un té. Subir Alpe d´Huez es complicado, pero esto tampoco tiene que ser nada fácil! Por cierto, que como las bicis que se usan son las del sistema público londinense, el Santander ha tenido una publicidad muy maja como podéis ver en estas fotos: