Por El hombre de los manguitos – Hace ya algún tiempo a Javi, un amigo del Tío del Mazo, se le ocurrió que podíamos pasar un fin de semana en una casa de su familia a las afueras de Madrid con la intención de rodar una película cuyo guion había realizado el mismo. La cosa tenía su gracia y, aunque ninguno teníamos ni idea de realizar una producción cinematográfica ni destacábamos por nuestras dotes artísticas e interpretativas, nos lanzamos a llevar a cabo la idea de Javi.

Dos cámaras de vídeo normales y corrientes, unas pelucas y barbas postizas, un poco de imaginación, buen rollo y un guion que homenajeaba al clásico de suspense de Agatha Christie “Diez Negritos” fueron los ingredientes que utilizamos aquel fin de semana en Pezuela de las Torres.

El resultado, un fin de semana memorable y una película que, afortunadamente, jamás verá la luz.

De aquella experiencia llegué a tres conclusiones, la primera que no teníamos problemas en realizar cualquier tipo de patochada con tal de pasar un buen rato todos juntos; la segunda, que nunca ganaríamos un Óscar ni un Goya… aunque no descarto que podamos ganar un Razzie; y la tercera, que desconocíamos todos los entresijos y detalles necesarios para poder realizar una película…. Ni siquiera una gran película, ni una película comercial…sino una simple película.

Aquella película fallida no tenía actores, no tenía un buen guion, no tenía banda sonora, ni director, ni maquillaje, ni efectos de sonido, ni script, ni figurinistas ni nada de nada… por no tener no tenía ni claqueta.

El resultado de aquello fue una película que denotaba nuestra falta de recursos y nuestro desconocimiento de todo lo que es necesario saber y cuidar en el Séptimo Arte.

Parece una tontería, pero después de aquello empecé a darme cuenta de la importancia que tienen la cantidad de nombres que aparecen en letras pequeñísimas en los títulos de crédito de las películas… Una lista de nombres desconocidos sin los cuales no sería posible que la película hubiera sido realizada.

Esta misma sensación la he revivido hace unos pocos días. Gracias a la invitación de la marca Allain Afflelou, patrocinador oficial, pude comprobar cómo es La Vuelta Ciclista a España por dentro acudiendo de invitado a la undécima etapa de esta edición, la famosa etapa de Andorra.

4.000 PERSONAS SE MUEVEN DIARIAMENTE CON LA VUELTA

Llegué a Andorra La Vella pasadas las 10 de la noche, donde Rodrigo y Carlos me recogieron para llevarme al Hotel. Ellos trabajan en La Vuelta llevando a cabo las acciones de publicidad de algunos de los patrocinadores y acompañan a la caravana de La Vuelta durante todo el recorrido.

Me explican que no pudieron reservarme un hotel en Andorra La Vella porque estaban todos ocupados… y es que en La Vuelta Ciclista a España, desde el corredor más importante hasta el último operario que pone la última valla, hay 4.000 personas que diariamente se mueven con la organización por toda España. Sin duda, es un gran circo itinerante que no para en tres semanas de competición.

Por fin llegamos al hotel, cerca de La Massana, con el tiempo justo para cenar. Allí coincido con un grupo de gente bastante joven que también acompañan a La Vuelta. Montadores, electricistas, azafatas de pódium, gente que trabaja en los stands de Parque Vuelta… Paso la sobremesa hablando con ellos. Sólo estamos a mitad de Vuelta a España y ya tienen mil anécdotas que contar.

Luismi forma parte del personal que reparte merchandising de uno de los patrocinadores. Cada día tiene que ir a primera hora de la mañana a montar la acción publicitaria en la salida en el espacio del control de firmas de los corredores. Reparte publicidad y anima al público a entrar en su stand publicitario. Cuando dan la salida de la carrera toca recoger a toda prisa, ir hasta la zona de meta y volver a montar el stand, seguir repartiendo publicidad hasta las 8 de la tarde, volver a recoger y al hotel a descansar.

“Es un trabajo agotador, pero mañana tenemos suerte porque la acción publicitaria de la salida y de la meta es en el mismo sitio… Lo malo será pasado mañana, que la salida está aquí en Andorra y la meta está en Lérida”

Le pregunto por lo mejor y lo peor de su trabajo. Lo peor lo responde casi de forma automática… la palabra “GRATIS”… “No entiendo qué le pasa a la gente, pero en cuanto ven que algo es gratis se lanzan a por ti como los Walking Dead… y mira que nosotros regalamos unos sombreritos que no valen nada y hacemos una foto con una bicicleta estática y un panel con el pelotón detrás.”

Para lo mejor, tampoco tiene dudas…. “El buen rollo que te encuentras en el hotel cuando llegas después de haber estado 12 o 13 horas de paliza.” No le falta razón, solo tengo que mirar a mi alrededor para ver que entre todos hay muy buen ambiente a pesar del cansancio acumulado después de 11 días siguiendo a la competición.

Antonio es uno de los conductores que va detrás del pelotón llevando un coche de fin de carrera “aunque todo el mundo me llama coche escoba”. Esta es su cuarta Vuelta a España y espera que sea la primera en que no rompe el coche. “La primera vez se empotró contra mí un Guardia Civil en moto, la segunda el autobús de uno de los equipos me abollo la puerta y la tercera vez tenía el coche aparcado y el coche de al lado me dejó el retrovisor colgando de un hilo. A ver si este año aguanto sin que le pase nada.”

Al día siguiente, Rodrigo y Carlos me recogen temprano para llevarme a la zona de salida. Preferimos ir con tiempo para poder acreditarnos sin problemas y dar una vuelta por Andorra La Vella. En seguida se ve movimiento en el emplazamiento donde se va a instalar el control de firmas y los espacios publicitarios. Hay un montón de coches publicitarios aparcados de los distintos patrocinadores.

“Esos son los coches que forman la caravana publicitaria. Pasan como una hora antes que los ciclistas y van repartiendo merchandising a la gente que está esperando a pie de carretera.” Me explica Rodrigo.

LLEGAN LOS AUTOBUSES DE LOS EQUIPOS

Los autobuses de los equipos ciclistas van llegando poco a poco. El primero que lo hace es el Katusha, luego el Orica Greenedge, el Trek… Todos los equipos siguen la misma rutina, aparcan en el sitio que les tienen asignado y acotan un pequeño espacio para tener cierta libertad de movimientos para sacar los rodillos y preparar el calentamiento.

Los que más expectación tienen son el Movistar y el Katusha… Se nota que estamos en territorio de Joaquim Rodriguez, aquí todo el mundo quiere que gane él. En parte gracias a él La Vuelta a España está aquí preparándose para vivir una etapa memorable.

El SKY se hace esperar. Es el último equipo en llegar. No sé si es una costumbre o ha sido simple casualidad pero da la sensación de que Katusha ha llegado primero porque tiene cierta ansiedad por comenzar el día y que el SKY ha llegado el último buscando la tranquilidad de la intimidad de su hotel hasta el último segundo.

Los corredores van subiendo sin prisa al control de firmas mientras se sortean miles de lotes de los distintos patrocinadores entre el público. Cada vez que sube un corredor el speaker presenta al corredor dando una pequeña explicación sobre quién es… “Aquí sube Danny van Poppel, hijo del mítico sprinter de los años 80 Jean Paul van Poppel ganador de 9 etapas de la Vuelta y con victorias también en el Giro y en el Tour…”

Cuando sube alguno de los nombres importantes se para con ellos y les hace una pequeña entrevista. A Joaquim “Purito” Rodriguez se le ve especialmente feliz de estar aquí, saluda a todo el público y espera que la etapa sea tan espectacular y bonita como se espera de ella.

Chris Froome sube al control de firmas y se le ve tranquilo y optimista. Agradece a Andorra la acogida que han tenido todos los corredores y también espera una etapa espectacular. Intentará dar todo lo que tiene para poder estar entre los mejores.

Froome se dirige al control de firmas
Froome se dirige al control de firmas

La etapa está a punto de comenzar y yo me tengo que ir a buscar al conductor que me va a llevar como invitado, no me puedo quedar a ver como suben el resto de corredores al control de firmas… Es una pena porque me hubiera gustado ver que sensaciones trasmiten Nairo Quintana, Rafal Majka, Alejandro Valverde o Fabio Aru… pero no puedo quedarme más.

El conductor de mi coche me explica que voy a ir en el coche de asistencia médica. “Hoy es una etapa importante y hay muchos invitados. Nosotros vamos en el coche con el médico. En principio, iremos por delante del pelotón. Si hay alguna escapada y hay un hueco importante seguramente nos pondremos detrás de la escapada… pero puede que no veamos nada de la carrera… El otro día, en la etapa de Castellón fuimos por delante todo el rato, y eso que hubo una escapada grande pero entre que había corredores de todos los equipos y que la distancia tampoco fue suficiente nos quedamos por delante del pelotón…”

RADIO VUELTA INFORMA QUE COMIENZA LA CARRERA

Llega el médico y nos preparamos para salir en el coche, un descapotable blanco de gran cilindrada. La caravana de coches se pone en marcha y lentamente recorremos las calles de Andorra la Vella. Una radio que llevamos en el coche nos pasa la trasmisión de Radio Vuelta informando de los detalles técnicos de la carrera “… son 138 kilómetros con 6 puertos de montaña acabando en el alto de Cortals d’Encamp con una salida neutralizada de 3,8 kilómetros por Andorra la Vella… El corredor 182 no toma la salida…”

La radio no deja de sonar dando todo tipo de detalles en español, inglés y, a veces, en francés durante la etapa, sobre los ataques de los ciclistas, las escapadas que se formas, las distancias entre ciclistas, las averías mecánicas… “…kilómetro 1 caída del dorsal número 1 Chis Froome… Crash of number 1 Chris Froome…”

Espero que no haya sido nada de importancia, pienso para mis adentros… Poco tiempo después Radio Vuelta informa de que Chris Froome se ha integrado en el grupo principal.

Metidos ya en plena carrera
Metidos ya en plena carrera

Durante toda la carrera se escuchan también las indicaciones de los grupos de trabajadores que pasan por delante de la carrera comprobando el recorrido: “Vicente, en el descenso de La Gallina hay una alcantarilla que no está bien señalizada… Está empezando a llover, si sigue hay que indicar la peligrosidad del descenso… En La Massana hay una mancha de gasolina que puede ser resbaladiza, hay que señalizarla…”

También es destacable la labor que realizan tanto la Guardia Civil española como la policía andorrana señalizando cada curva peligrosa y cada rotonda, velando por la seguridad de todos los que vamos en carrera.

Subimos los dos primeros puertos por delante del pelotón sin sobresaltos, siguiendo las indicaciones de la radio, con la esperanza de que cuaje alguna escapada y nos pongamos detrás de los corredores. El paisaje que ofrece Andora es maravilloso mientras ascendemos por una carretera que ofrecerá una gran dificultad a los ciclistas que nos siguen.

A veces alguno de los espectadores que esperan en la carretera reconoce al conductor de nuestro coche con frases como “Anda mira, el amigo de Peter Sagan…”

EL COCHE QUE ATENDIÓ A SAGAN TRAS SER ARROLLADO POR UNA MOTO

El médico le pregunta por el incidente de Peter Sagan y él, un poco harto del tema, le contesta que simplemente Sagan estaba con un rebote tremendo porque le acababa de arrollar una moto. Pararon por si necesitaba asistencia médica y con el cabreo que tenía el ciclista la tomó con ellos. Como no necesitaba asistencia decidieron seguir hacia delante… “porque quedaban 8 kilómetros a meta y otro corredor podía caer y necesitar asistencia médica…”

Tras el segundo puerto de la jornada, una escapada de 18 corredores ha tomado una distancia considerable y, desde dirección de carrera, nos mandan ponernos detrás de ellos. Me pareció especialmente interesante la tensión que se vive entre los coches que van detrás de los ciclistas. Veo que vamos un coche de dirección de carrera, un comisario, el coche médico y un coche por cada equipo de los escapados. Desde Radio Vuelta van autorizando a los coches de los equipos a adelantarnos para darles bidones o dar indicaciones. Cada adelantamiento se hace a toda velocidad y, a menudo, no hay colisión entre coches por escasos centímetros. Está claro que los conductores son expertos.

En los descensos los ciclistas ofrecen todo su esfuerzo y su pericia para ir lo más rápido posible sin caerse. Esto obliga a que todos los conductores tengan una conducción especialmente agresiva… el olor a freno quemado se hace notar a pesar de ir con la capota quitada.

La etapa continúa y llegamos al ascenso de La Gallina. La escapada de 18 corredores explota convirtiéndose en un rosario de corredores intentando no perder el ritmo. Ha quedado un grupo de 6 corredores por delante con Omar Fraile y Ruben Plaza perdiendo un poco de espacio. Nuestro coche se sitúa detrás de estos dos corredores.

Omar Fraile parece que no puede más pero insiste en no perder de vista al grupo delantero. Pienso que va a reventar y que es cuestión de tiempo que los pierda por completo…. Pero su pundonor e insistencia tienen premio y 3 o 4 kilómetros antes de coronar el puerto ambos corredores contactan con el grupo de los primeros.

Al tiempo que Radio Vuelta informa de que Chris Froome pasa por problemas en el grupo del líder, Omar Fraile pasa en primer lugar por el puerto de La Gallina. Parece que Froome no ganará esta vuelta y que Fraile se está ganando a pulso ser el Rey de la Montaña de este año, sólo por el esfuerzo que ha ofrecido subiendo La Gallina se lo merece.

La etapa continúa, Valverde y Purito han descendido a tumba abierta y la distancia con los escapados se reduce rápidamente. Justo antes del último puerto nos ordenan adelantarnos hasta la meta ya que parece poco probable que vayan a necesitar los servicios del coche médico en el último ascenso.

LLEGADA A LA LÍNEA DE META

Vivimos el final de etapa en la pantalla gigante de la zona de pódium. Mikel Landa va a llegar en solitario mientras que su compañero de equipo Fabio Aru está dando una exhibición de fuerza ante la que nada tienen que hacer Purito, Valverde, Nairo o Dumoulin.

Una vez cruzada la meta Aru y Landa se abrazan felicitándose por el éxito del equipo. Landa se lleva la etapa y Aru el maillot rojo. En Astaná tienen que estar felices a rabiar.

Poco a poco van llegando todos los corredores con la fatiga de la tremenda etapa que acaban de sufrir. Chris Froome llega con más de 8 minutos de retraso… Al día siguiente sabríamos que se hizo toda la etapa con un pie roto…. Cualquiera hubiera abandonado pero el respeto que tiene este corredor por este deporte y esta competición le llevaron a dar lo mejor de sí hasta el final. Bravo por el señor Froome. Chapeau.

Pasada la ceremonia de pódium toca bajar de nuevo hasta Andorra la Vella. Bajar a más de 3.000 personas en las cabinas del teleférico no es fácil ni rápido pero el personal de la organización lo tiene claro… Sin perder la paciencia ni la amabilidad explican el orden de prioridades, primero los corredores, después la prensa, luego los invitados y finalmente el resto del público.

Desde el teleférico se puede ver a los trabajadores de la vuelta recogiendo las vallas que al día siguiente han de colocar en la meta de Lérida y al día siguente en Tarazona y al día siguiente en Alto Campoo…

DE NUEVO EN EL HOTEL

Llego al hotel agotado donde me vuelvo a encontrar con el mismo grupo de gente del día anterior. Se nota que están cansados también pero con buen ánimo… Me voy a dormir, que mi autobús sale al día siguiente a las 5:50 de la mañana.

En definitiva, una experiencia preciosa y agotadora. Del esfuerzo de los ciclistas me quedo con el pundonor de Omar Fraile subiendo La Gallina, la algría de Astaná por su éxito y con la profesionalidad de Chris Froome. Eso por destacar a alguien por encima de los demás, porque el esfuerzo de todos los ciclistas en una jornada tan dura es sobresaliente.

De todo lo demás… Me quedo con el trabajo que no se ve de tanta gente que va acompañando a La Vuelta y que día tras día se esfuerzan porque el espectáculo sea perfecto.

Si La Vuelta Ciclista a España fuera una película todos ellos se merecen aparecer en los títulos de crédito aunque fuera en letra pequeña.

No quiero terminar sin agradecer de corazón el trato de Rodrigo y Carlos de Havas S.E. que se preocuparon desde el principio hasta el final de que mi experiencia fuera lo mejor posible.

Aunque en el cine segundas partes nunca fueron buenas, salvo honrosas excepciones como “El Padrino”, estaría encantado de repetir esta película.

 

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