Por un Señor de Toledo.- La polémica lleva servida desde hace ya algún tiempo y, por desgracia, la confirmación del ‘dopaje tecnológico’ no es algo que nos haya causado una tremenda sorpresa… La posibilidad a nivel técnico existía y los avances en el campo de la mecánica y los motores eléctricos hacían casi inevitable que antes o después esta noticia saltara a la palestra de forma oficial, no como rumor…
Pues bien, el pasado sábado, la UCI hacía público un comunicado en el que anunciaba que la bicicleta de la ciclista belga Femke Van den Driessche fue apartada del Mundial Sub’23 femenino de ciclocross, disputado en Zolder (Bélgica), para ser investigada por la sospecha de encubrir un motor. Por su parte, La Federación Belga de Ciclismo confirmó este extremo minutos después del comunicado oficial de la UCI. Poco tiempo después, el presidente de la UCI, Brian Cookson se pronunciaba así de tajante: “No es ningún secreto que se ha encontrado un motor. Creemos que se trata efectivamente de un doping tecnológico”.
Por primera vez en la historia del ciclismo, en ente caso en la disciplina de ciclocross, es más que probable que se trate del primer caso de dopaje mecánico o tecnológico, por la colocación de un motor o elemento similar para ayudar al pedaleo y generar potencia por sí mismo en una bicicleta.
La joven y prometedora corredora belga fue descalificada de la prueba que disputaba y ahora su caso tendrá un proceso por el que, muy probablemente, recibirá sanción, de la cual todavía no se ha precisado con claridad cuál podría ser dado que estamos ante un caso nuevo sobre el que habrá que sentar las bases de cómo se actuará y con qué contundencia…
Este es el vídeo de la prueba de ciclocross disputada en Zolder. Mucha atención en el minuto 3:00 hasta el 3:20, donde se puede apreciar la progresión de la corredora belga y la facilidad con la que hace la subida:
REPERCUSIONES PARA EL CICLISMO
Como ya decíamos al inicio de este post, era cuestión de tiempo el que de manera oficial se encontrara un ‘motor, o como queramos llamarlo, en alguna bicicleta inscrita en competición. Durante los últimos años se ha hablado y especulado mucho acerca de la posible utilización de estos artilugios por parte de los ciclistas profesionales, pero hasta el momento todo habían sido rumores, nada constatado ni confirmado.
Recordamos polémicas como las surgidas a cuenta de la bicicleta de corredores como Cancellara o Hesjedal y motivadas por algunos vídeos en los que el comportamiento de la bici no parecía del todo normal… Los propios Froome y Contador también han recibido acusaciones de este tipo. Ha habido muchos rumores, chascarrillos, o acusaciones interesadas y malintencionadas, en muchas de las ocasiones, sobre el asunto de los motores en las bicicletas. A partir de este caso esto va a aumentar y las dudas o los comentarios surgirán… Por ello y por el bien del deporte más bonito del mundo, está en manos de la UCI parar estos rumores estableciendo unos controles más exhaustivos a las bicicletas y despejar así estas dudas y comentarios que surgirán partir de ahora con más fuerza, tras el caso Van den Driessche.
Los malintencionados y los que no aman este deporte tienen una nueva herramienta para dañarlo; no se lo permitamos, pongamos las bases y las revisiones necesarias de las bicicletas como si de Fórmulas 1 se tratasen… Protejamos al deporte más bonito del mundo de este nuevo mal que acecha… ¡Saldremos ganando todos!