Por un Señor de Toledo.- Nadar como montar en bicicleta son cosas que nunca se olvidan. Una vez que aprendemos a montar en bicicleta ya sabremos durante toda la vida… Pero, ¿os acordáis de cómo aprendisteis a ir en bicicleta? Seguramente muchos de vosotros no, probablemente sean recuerdos sueltos de momentos puntuales montando las primeras veces en bicicleta; aunque otros sí que lo recordaréis.
Nervios, los miedos, el ansia por poder quitarle los ‘ruedines’ a la bicicleta… Las primeras caídas, las rabietas al no mantenernos sobre la bici…; recuerdos que son familiares y que con cierta nostalgia, nos retrotraen una época pasada, a una época generalmente de muy grato sabor.
En todo este colás de juventud y de niñez que estamos intentando recordar y evocar hay una figura que emerge por encima de casi todos estos pasajes… El padre, nuestro padre, el padre ayudando, enseñando y guiando las primeras pedaladas del hijo. No es así es todos los casos, ya que la madre, algún familiar cercano o amigo también serán en algunos casos la figura que nos enseñó a montar en bicicleta…
Sirva como nuestro particular homenaje a todos los padres, a los que están y a los que se han ido –que siempre, siempre te recordare y te querré Padre- estas sencillas líneas que evocan un recuerdo, uno de tantos que cada uno tiene de su padre. El que nos enseñó a montar en bicicleta, con el que dimos nuestras primeras pedaladas, al que pedíamos encarecidamente que su mano no dejara de sujetarnos sobre la bicicleta, al que abrazamos y nos ayudó a volver a levantarnos para intentarlo de nuevo…
Gracias, Padre. Gracias por tanto y por todo. Gracias y felicidades, aquí o en el más allá. Gracias, Padre.
Después de este pequeño y modesto homenaje del Tío del Mazo a los Padres, a los que nos enseñaron a montar en bici y a los que no. Ahora, en la celebración del Día del Padre, si además tu padre es aficionado a la bicicleta, aquí tienes unas ideas de qué regalar… Sencillamente una idea o una propuesta con un descuento muy importante de cara a esta fecha tan especial… Y lo más importante, es que no olvides que el mejor regalo es un abrazo, es un beso, es el hacer saber a nuestro padre que estamos ahí. Si además le queréis regalar un conjunto ciclista de El Mazo,le va a encantar!!