Por un Señor de Toledo.- Su nombre real era Alfonsina Morini, una niña de tantas que nacieron en los albores del siglo XX, concretamente en 1891, en la pequeña ciudad italiana de Castelfranco Emilia. A los 24 años de edad, Alfonsina Morini pasaría a ser Alfonsina Strada, tras contraer matrimonio, y éste sería el nombre con el que pasó a la historia del ciclismo.
De familia humilde, Alfonsina tuvo, a los 10 años de edad, un regalo que le cambiaría la vida, y es que su padre de dio su primera bicicleta. Aquel regalo encandiló su vida para siempre y fue un instrumento que marcó su futuro, tanto que en 1911 llegó a establecer el récord de la hora femenino.
Su marido, también ciclista y trabajador del metal, se convirtió en su entrenador y juntos se mudaron a Milán, ciudad que contaba con un velódromo donde podían entrenar ambos.
Disputó carreras como el Giro de Lombardía, que acabó en la posición 32, y llegó a competir con figuras tan memorables del ciclismo como el belga Thigs, que sería el primer corredor en vencer en tres ocasiones el Tour de Francia.
En 1924 Alfonsina se ganó a Italia en Giro. Ahora se gana a todo el que conoce su historia
En 1924, Alfonsina decidió competir en la carrera más importante de Italia, el Giro. Con la repercusión que tenía esta carrera y ante el temor de que no la dejasen participar por ser mujer, en su inscripción omitió la “a” de su nombre inscribiéndose como Alfonsín Strada, con el número 72. Así que, Alfonsina, con el dorsal 72 y oficialmente inscrita como Alfonsín, hacía historia y se convertía en la primera, y a la postre la única mujer en disputar el Giro de Italia. ¡Bravo por Alfonsina!
Según cuentan las crónicas, los organizadores de la carrera no se dieron cuenta de que Alfonsín era realmente Alfonsina, hasta el día antes del inicio del Giro y la dejaron correr. Las primeras etapas fueron triunfales para la corredora, ya que, contra muchos pronósticos se mantuvo lejos de la cola de carrera en todo momento. ¡Bravo por Alfonsina!
En la 7ª etapa de ese Giro de 1924 de 304 km de recorrido y muy accidentada en su conjunto, fue cuando los organizadores comunicaron a la corredora que había sido descalificada por llegar “fuera del tiempo de control” a la meta.
A pesar de estar descalificada, uno de los patrocinadores del Giro le propuso financiarla si seguía en carrera, aunque fuese de forma extraoficial. Y como aquella mujer no conocía la palabra rendirse, así lo hizo… ¡Bravo otra vez por Alfonsina!
Y no solamente termino todas las etapas del Giro de Italia sin el apoyo de la organización, sino que lo hizo en menos tiempo que varios corredores masculinos que disputaban la carrera. ¡Bravo por Alfonsina!
El Giro oficialmente no quiso que Alfonsina acabara la carrera, pero el público en su entrada a Milán sí y así se lo reconoció. Su entrada en la ciudad italiana fue triunfal, fue cómo la vencedora del Giro, como una heroína, como la verdadera ganadora de ese Giro; ni más ni menos que como realmente merecía… ¡Bravo por Alfonsina!
Alfonsina Strada entró así en la historia del ciclismo como la primera y única mujer en competir junto a los hombres en una de las tres grandes pruebas mundiales por etapas. En años sucesivos, la corredora intentó volver a competir en el Giro, pero la organización se opuso tajantemente a incluir mujeres en el Giro, a pesar de ser un personaje conocido en toda Italia.
Daba igual, a la postre Alfonsina consiguió lo más difícil que como ella demostró, no era correr y terminar un Giro de Italia, sino ganarse la admiración de todo un país. Se ganó a Italia en el Giro. Consiguió el respeto y la admiración de todos los que conocemos su historia… Consiguió que quien conoce por primera vez la historia de Alfonsina, no tenga más que decir: ¡Bravo por Alfonsina!.
Además, Alfonsina siguió montando en bicicleta el resto de su vida…