Por un Señor de Toledo.- Para ser justos, después de la tormenta siempre llega la calma y así es efectivamente. Después de la épica etapa vivida en el Tour de Francia con la llegada bajo una ‘manta de lluvia y granizo’ en Andorra, la jornada de descanso marca la calma, marca el primer y deseado descanso de la ronda francesa.
Descanso para los corredores, porque a nivel informativo la jornada que ha dado de sí… Purito se nos va esta temporada del ciclismo profesional.
Lo que ahora nos ocupa, la etapa 10 del Tour, la que se disputa el martes 12 de julio, entre Escaldes-Engordany y Revel, con 197 kilómetros de recorrido y dos cotas de montaña por superar: Uno de primera categoría, que se afronta nada más iniciar la etapa, el Port de Envalira; y uno de tercera, en los kilómetros finales.
Según el perfil de la jornada parece terreno abonado para una escapada, los equipos de los esprinters no es fácil que puedan controlar la etapa y con Envalira nada más comenzar, todo apunta a que se haga una escapada numerosa, y en esa escapada probablemente esté el vencedor de la etapa. Ese el menos es nuestro pronóstico.
Muy cerca de meta, igualmente está situada esta cota de tercera categoría, Saint-Ferréol con 1.8 km de subida a 6.6%, y puede ser el lugar donde se decida el vencedor de la etapa.