Por Un Señor de Toledo.- La última oportunidad, en el último puerto, en la penúltima etapa de la Vuelta Ciclista a España para los corredores que quieran dar un vuelco a la clasificación general o mejorar su posición; aunque como se suele suceder a estas alturas de carrera, la mayoría son de los que opinan ese de que ‘me quede como estoy’.
[adrotate banner=”3″]Hablamos de Aitana, o el ‘Ventoux español’. Un puerto muy al estilo del Tour con pendientes no muy elevadas, pero sí muy constantes y largo en cuanto a su longitud. Se sitúa en la provincia de Alicante, una zona no precisamente conocida por sus grandes montañas, pero que nos guarda gratas sorpresas como es esta subida de 21 km de largo y con una pendiente media cercana al 6% y una máxima del 13%.
Es una subida catalogada de categoría especial y que acumula un desnivel positivo de casi 1.300 metros.
La subida al ‘Ventoux español’ se complica en los últimos siete kilómetros de ascensión en los que el porcentaje de la subida se mantiene constante por encima del 8%. Es un puerto que realmente puede marcar diferencias importantes por el desgaste al que somete a los corredores. Si a esto le sumamos, la etapa en la que está encuadrada esta subida, la complicación para los ciclistas aumenta ya es un auténtico etapón que terminará de minar las fuerzas ya maltrechas de los aguerridos ciclistas.
Efectivamente, como muchos estaréis barruntado, el Tío del Mazo va a estar presente en la subida a Aitana y será uno de esos días en los que reparta ‘por un tubo…’
