Por Techo Díaz.- Ayer fue un día de fiesta y recompensa para muchos en La Vuelta, pero no para todos. El ciclista del Orica Bike-Exchange, Simon Yates, no subió al podio de la Castellana a recoger su trofeo como mejor joven de la Vuelta, entre otras cosas porque ese premio no existe.
El galardón, tan importante y valorado en otras pruebas como el Tour de Francia, es en España sustituido por la Combinada, un invento más español que la siesta, aunque bastante menos atractivo. El mejor joven no logra reconocimiento alguno en la ronda española.
Por ello, y aunque sea de manera simbólica, desde el Tío del Mazo queremos brindarle a Simon el reconocimiento que se merece. El igual de los Yates hizo de todo en esta Vuelta: ganar una etapa épica, atacar desde lejos y ayudar a su equipo y compañero Esteban Chaves a amarrar el podio de Madrid. Todo con 24 años.
Quizás no sorprende tanto tras ver el Tour de su hermano, pero lo cierto es que los dos gemelos han realizado una temporada tan brillante que a la Reina de Inglaterra se le va a acumular el trabajo a la hora de armar caballeros a los mejores ciclistas de su país. Y eso que con Froome se lo está tomando con calma.
En segundo lugar de esta peculiar clasificación, y quizás aún más sorprendente, está el italiano Davide Formolo. Con sólo 23 años ha quedado noveno en La Vuelta. Ojo a su progresión. Sin brillar tanto como Simon y sin victoria de etapa, pero resistiendo siempre con los grandes. 2017 puede ser su año.