Por Techo Díaz.- La verdad es que es una idea tan sencilla que resulta extraño que no la tengan todas las bicis. Urbanas, me refiero. Y sobre todo las de las grandes ciudades, donde el tráfico aún tiene que acostumbrarse a esta nueva presencia que somos los ciclistas.
Por ello, cada vez más empresas intentan aportar su granito de arena al tráfico y a la seguridad con distintos inventos, pero ninguno tan práctico, sencillo y universal como los intermitentes. Si los coches y las motos las tienen, ¿por qué no las bicicletas? A fin de cuentas,es un lenguaje que entiende todo el mundo. Apuesto a que gran parte de las personas que hoy circulan con el permiso de conducir vigente han olvidado qué significan las señales que hacen los ciclistas con los brazos…
A fin de descubrirlo con nuestras propias piernas, hemos probado los intermitentes Winglights, que comercializa en España Bikebitants y que también pueden adquirirse en la tienda del Tío del Mazo. Son una idea tan sencilla y fácil de montar, que no da lugar a dudas. Son intermitentes inalámbricos que se colocan en el manillar y se accionan al tomar una curva.
Su gran ventaja es son tremendamente fáciles de montar y desmontar, y por tanto de transportar. Se pueden llevar incluso a modo de llavero. Se encajan en los mangos del manillar y se accionan manualmente al tomar una curva. La verdad es que nos han conquistado por su sencillez, aunque nada mejor que un video para demostrarlo.
A veces en la sencillez radica el verdadero ingenio. Cualquier ayuda es poca para circular entre el tráfico de grandes ciudades como Madrid, Valencia y Barcelona, donde no solo los taxistas y conductores estresados, sino hasta los mismos peatones, todavía muy acostumbrados a cruzar en rojo los pasos de peatones una vez que los coches han pasado sin tener en cuenta a las bicis, suponen un peligro para el ciclista.
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