Por Techo Díaz.- La ciudad de Copenhague está instalando paneles electrónicos de información a lo largo de los carriles bici para ayudar a evitar los embotellamientos.
Según informa Danmarks Radio y recoge ElDiario.es, la aglomeración de ciclistas es tal que la ciudad instalará cinco pantallas en puntos estratégicos de la red de carriles bici, que mide un total de 340 kilómetros. Algo así como las pantallas que llevamos viendo los españoles toda la vida en la A-6, pero para los que montan en bici. La capital danesa será la primera del mundo en implantar esta medida, pero razones tiene para ello.
A Copenhague entran a diario más bicis que coches. El año pasado, los sensores registraron 265.700 bicicletas a diario en comparación con los 252.600 coches que pisan la ciudad. El 41% de la población (y un 63% de los parlamentarios), usó la bici para ir a trabajar o a estudiar. El 32% de todos los trayectos hacia el centro de la ciudad se hicieron con una bici.
Cifras abrumadoras que han dado la vuelta a la galleta danesa. Ahora los problemas de tráfico son para las bicis y no para los coches, y son los ciclistas los que sufren los atascos. Y eso que tienen 340 kilómetros de carril bici y planean construir muchos más. Pero es que solo por el puente de la Reina Luisa pasan hasta 40.000 ciclistas por día
Los nuevos tableros costarán alrededor de 565.000 euros y informarán acerca de obras en la vía pública, acontecimientos especiales, distancias hasta los destinos, posibles colas, lugares donde las bicicletas están circulando con lentitud, y rutas alternativas por otros carriles bici.
Otros cambios en la infraestructura con los que quieren acelerar los trayectos por el centro de la ciudad incluyen la ampliación de los carriles bici, las mejoras en las señales de los cruces y la construcción de más puentes solo para bicis, que se sumarán a los 17 ya levantados.
Lo dicho, otro mundo. En Copenhague los carriles bici hace ya mucho tiempo que dejaron de ser una alternativa ecológica para ser una vía de transporte más. Allí lo realmente novedoso es construir «carriles verdes», que son como los de bici pero con cuatro veces menos tráfico, adaptados para conducir con niños pequeños (allí los carritos están a la orden del día), para ciclistas de mayor edad o gente sin prisa. La ciudad ya tiene 60 kilómetros de este tipo y planea construir otros 57. Otro planeta.