Por Techo Díaz.- ¿Será para incitar a Peter Sagan a competir en la prueba de mountain bike? ¿O será para crear un circuito que pase a la historia del ciclismo? Lo cierto es que los organizadores de los JJ.OO. de Tokyo 2020 han tomado buena nota de la prueba de Río y han cambiado sus previsiones iniciales para presentar un circuito duro y montañoso, que puede hacer las delicias del Tío del Mazo y cientos de aficionados.
Según revela la prensa nipona, este sería el recorrido de la cita olímpica. 216 kilómetros con 6 puertos de montaña.
El último puerto está a 27 kilómetros de meta, pero más de la mitad de ellos son descenso y una corta aproximación al circuito de velocidad de Fuji, donde ya está confirmado que concluirá la prueba. Así que quien corone destacado el Katafutayama tiene muchas opciones -siempre que no se marque un Nibali- de conseguir el oro olímpico.
Ojo a la ascensión al Katafutayama, con 15,2 kilómetros al 5,8%. No es el puerto más duro del mundo, pero viene con otros 5 por delante y un ritmo endiablado. Seguramente lleguen muy pocos y veamos una etapa al más puro estilo del Tour, pero sin el control asfixiante del Sky. Se puede quedar una tarde bonita. O al menos para ellos, porque a nosotros nos tocará desayunar.
Y es que tampoco podemos perdernos el Jidosha Museum, que aunque no tiene nombre de montaña, sí encadena 21 kilómetros de subida. El desnivel es muy pequeño, 3,8%, pero alguno puede empezar a perder ahí el metal que tanto anhelan Froome, Van Avermaet, Quintana, Aru, Dumoulin, Bardet, Landa y quien sabe si Valverde.
Lo bueno es que tenemos tres años por delante para aprender a decir Katafutayama, sin que suene a palabrota. Y que, si se confirma este recorrido (la decisión final se toma en marzo) veremos un espectáculo del bueno en un país que. ya lo contábamos hace unos días, guarda tremendas joyas para el ciclismo escondidas entre su orografía.