Por Techo Díaz.- Arranca la temporada 2018 y con él las presentaciones de la nueva ropa de muchos ciclistas, los que se han cambiado de equipo. Los contratos, firmados hasta el 31 de diciembre, impiden a los profesionales lucir la ropa de sus nuevas escuadras hasta pasadas las uvas, así que los tuiters de año nuevo se llenan de fotos con la ropa que estrena gente como Kristoff, Fabio Aru, David de la Cruz o Rafa Valls. Pero de todas ellas, una era las que los aficionados españoles esperábamos con más expectación: la del campeón de España, el conquense Jesús Herrada.
Y no ha decepcionado a nadie. La escuadra francesa Cofidis ha vestido al campeón de España con una equipación en la que destacan los colores de la bandera de España, algo habitual en otros países y que aquí no se veía desde el pleistoceno antiguo. Puede parecer un asunto menor y quizás lo sea, pero para muchos aficionados el momento culminante de la temporada 2017 fue la monumemtal victoria de Philippe Gilbert en el Tour de Flandes donde cruzó completamente aviado con la bandera belga que le diseñó su equipo Quick Step.
Si una imagen vale más que 1.000 palabras, la icónica victoria de Gilbert vestido con la bandera del país que más ama el ciclismo en el país que más ama el ciclismo dio la vuelta al mundo. Tampoco se quedó corto el triunfo de Fabio Aru en la primera etapa del Tour de Francia. Completamente cubierto por la bandera italiana, se convirtió en el primer ciclista en años en ganarle a Chris Froome la primera etapa de montaña de la ronda gala. Arnaud Demare tuvo un agridulce Tour, pero no fue pequeña su bandera.
En España sin embargo jugamos a ver quién la tiene más pequeña. Y no es cosa de ahora, sino que viene desde tiempos de Indurain. El dominio del actual Movistar en esta competición es abrumador: Van ocho ediciones seguidas, pero en general se puede decir que vienen copando el podio desde la época de Miguelón, que tampoco se distinguió precisamente por vestir una equipación donde primase la bandera nacional.
Y así era una vez más la equipación de Jesús Herrada, que desde que alzó los brazos en Soria a finales de julio se dedicó a lucir una ropa que pasaba completamente inadvertida en un pelotón plagado de banderas. Hasta que llegó a un equipo francés encantado de sacarle partido a un título, el de campeón nacional, que en España siempre se ha considerado menor. En Cofidis, el menor de los Herrada lucirá un conjunto que, sin renunciar a los colores ni elementos de la marca, resaltará su condición de campeón de un país que sigue siendo importante en el mundo del ciclismo.
¿Una cuestión de patriotismo? Algunos pensarán que sí, pero lo cierto es que Cofidis ha sabido rentabilizar la inversión que tanto ha desaprovechado Movistar. La estructura de Unzué, tan acertada en otros temas (solo puedo aplaudir la creación de un equipo femenino y el fichaje/liberación de Landa) tiene alguna especie de complejo o déficit histórico con el Campeonato de España, que encima salpica a sus patrocinadores. ¿Haría lo mismo si ganase Nairo Quintana el Campeonato de Colombia? Habría que verlo, porque resulta difícil de creer que con tanto fervor como despierta en su país llevase un distintivo tan pequeño como el de Herrada.
Los defensores de la bandera pequeña (entre los que también está el nuevo equipo de Aru, el Emirates) alegan el carácter multinacional de la marca, aunque resulta un argumento difícil de comprar vistos los maillots que gastan Quick Step, Astana y Française des Jeux. Ojo que los franceses no parecen ser mancos en esto de rentabilizar la inversión publicitaria. la escuadra de Bardet aseguró hace poco que durante el año pasado obtuvieron un retorno publicitario que multiplicó por 7 lo invertido. Esto es, 100 millones de euros por los 14 que costó mantener la estructura.
Veremos qué tal les sale a Cofidis, pero de momento han conseguido más portadas con el nuevo maillot de Herrada que las que pudo obtener Movistar sobre este tema con sus siete últimos campeones. La imagen cuenta, y valorar en su justa medida un título que se disputa desde 1897, da puntos para los aficionados. Como he leído en un juego de palabras muy acertado “la decisión de Herrada no es errada”.
