Por Techo Díaz.- Si algo buscas al montar en bici es que la ropa te moleste lo menos posible. Que sea una segunda piel que se adapte a ti y te haga si no volar, al menos ser parte del viento. Por eso la hemos llamado así, porque los nuevos maillots parecen estar hechos de aire.
Personalmente, me gusta más viento. Tiene otras connotaciones más poéticas. Libertad, velocidad, tempestad incluso. Pero también está muy asociado a la fabada y a los gases que provoca. Así que escogimos Gama Air. que en esencia viene a ser lo mismo: prendas finas como el viento para ser parte del camino.
Y no es una exageración. Hay un salto de calidad brutal respecto a la gama Pro, que ya de por sí es bastante fina. Lo que ocurre es que ahora da para recrearse, tocando la tela hasta la saciedad. Los tiempos cambian y la evolución de materiales en solo un año sorprende hasta los más avezados en cambiología.
Pero da igual lo que diga. Hasta que no se inventen los blogs táctiles, todo será más o menos palabrería. Ingenieros del mundo, solo eso os pido. Tampoco debe ser tan difícil inventar blogs que se puedan tocar.
La segunda cosa que llama la atención de la nueva gama Air es el diseño. Sin diseño no hay party. Ya puedes tener la mejor calidad en telas que si no entra por los ojos no te enamora. Y enamorarse es cuestión de segundos.
También es cuestión de modas, claro. Y este año se llevan los estampados. Miren si no el vestido de Chrissy Teigen, claramente en línea con lo último del Tío del Mazo. Flores, animales y colores para llenar de alegría nuestra ropa. Y por supuesto, también vale para el ciclismo. Si lo piensas bien, ¿hay algo que transmita más buen rollo que una bicicleta?
En realidad, los estampados son más viejos que la Tana. Los usaban ya los babilonios, los egipcios y los reyes y reinas mayas. Los romanos, que sabían latín y nos dejaron muchas cosas parte de los acueductos, decían que “la pintura con aguja es un arte”.
Y un último apunte histórico sobre los estampados ¿Sabíais que uno de los centros más activos de la historia a la hora de ornamentar ropajes estuvo durante siglos situado en España? Fue en Lagartera, en la provincia de Toledo, y desde allí se exportaban telas estampadas a todo Al-Andalus y parte del extranjero.
Y es que los estampados molan, así que ¿por qué no aplicarlos al ciclismo? En la nueva Gama Air, a la venta desde hoy mismo, tenemos inspiraciones florales, gatunas, psittacoidales o simplemente de colores, con composiciones que recuerdan al extinto y añorado Mapei. Una apuesta por el color con la comodidad de una primera piel.
¿Te animas a probarlos?
P.D. Tal es la admiración que despiertan su belleza y laboriosidad que una de las acepciones del verbo bordar es “ejecutar algo con arte y primor”.
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