Por Un Señor de Toledo.- Llega el momento más esperado de la temporada para algunos aficionados al ciclismo, para los amantes de las denominadas clásicas, y justo con la llegada de la primavera comienzan estas carreras de un día, que son extraordinariamente interesantes y espectaculares. El próximo sábado 23 de marzo, tenemos la primera de estas clásicas y una de las carreras ciclistas más longevas y prestigiosas del mundo. Hablamos de la Milán-San Remo, uno de los denominados cinco monumentos del ciclismo, y el primero de la temporada en disputa.
La Milán-San Remo de 2019, la 110 edición de la carrera, cuenta como es habitual con la principal dificultad de su largo kilometraje, 291 km concretamente en esta edición, que contará también con las subidas y sus respectivas bajadas, en los últimos kilómetros de carrera de la Cipressa y el Poggio, dos clásicos de esta clásica.
La subida a la Cipressa cuenta con 5.6 kilómetros de longitud y una pendiente media del 4.1% y una máxima del 9%. Tras la subida hay que descender y ya sólo quedarán 20 km para el final de la carrera.
Y después, llega el punto que suele ser más definitivo, en el que si se quiere romper la carera y llegar en solitario o un pequeño grupo, hay que hacerlo aquí en el famoso Poggio di Sanremo, una subida de 3,7 km con una pendiente media del 3,7% y una máxima del 8%, que no parece gran cosa, pero que con casi 300 km en las piernas puede ser definitivo.
Ojo con el descenso del Poggio, que es muy técnico y definitivo como ya hemos visto en algunas ocasiones, sin ir más lejos el año pasado con la victoria de Vincenzo Nibali.
FAVORITOS A LA VICTORIA FINAL
Dicho esto, no podemos pasar por alto, que lo habitual en Sanremo es la victoria de uno de los hombre rápidos del pelotón, de los sprinters, y es el monumento más propicio para estos ciclistas. Así en la terna de favoritos a la victoria final, según las casas de apuestas, están los Peter Sagan, Caleb Ewan,Julian Alaphilippe, Elia Viviani, Fernando Gaviria, Sam Bennett, Michal Kwiatkowski, Arnaud Demare, Alexander Kristoff, John Degenkolb o Michael Matthews. Aunque, ojo, también corre Valverde. Y Nibali defiende título. Todo es posible en la Clasicissima…