Por Techo Díaz.- Mathieu Van der Poel se convirtió por derecho propio en el nuevo ídolo de la comunidad ciclista tras ganar con una remontada increíble la Amstel Gold Race 2019. Acierto suyo o demérito de los contrincantes, lo cierto es que logró subir a lo más alto del podio cuando ya nadie se lo esperaba, y todo parecía abocado a un duelo entre los dos grandes equipos del año: el Astana de Jakob Fulgsang y el Deceunink de Alaphilippe.
El hombre que ha hecho olvidar a Van Aert, Evenepoel, Bernal, Sosa y demás joyas del ciclismo joven e insolente no firmó realmente un tiempo para la historia de la prueba. Apenas entró media rueda por delante de Simon Clarke, pero hizo exclamar un WTF en al menos 25 lenguas y que todo un experto en ganar y perder cosas dijese que esta era la mejor carrera que había visto en su vida. Lance Armstrong nada más y nada menos.
Así que conviene, ya que podemos gracias a la tecnología moderna e inventos como Strava, echar un vistazo a los datos de carrera del joven holandés,
337 W de potencia promedio ponderada. Durante 6 horas y media. Y lo que tiene más mérito y le hizo ganar la cervecera, algún “piquito” de 1.400 W en el tramo final de la carrera.