Por El Aguador – Si bien después de montar en bicicleta lo que suele apetecer más es un buen trago de agua o incluso una cerveza que roce la congelación, seguro que sois muchos los aficionados al vino. Y también casi seguro que en algún momento ha caído en vuestras manos una botella de Ramón Bilbao, y habréis visto la ilustración de su etiqueta (del Crianza) que representa al propio Ramón Bilbao montado en una especie de globo-bicicleta.
Y es que la historia de Ramón Bilbao parece que destacó por su carácter aventurero, y que en la primavera de 1924 salió de viaje “en un ingenioso vehículo inventado por él mismo hacia tierras extrañas”. No sabemos si ese ingenio era o no una bicicleta, pero para recordar el carácter aventurero del fundador, en las bodegas han encargado al artesano Rafael Andújar la creación de una bicicleta especial, una bicicleta construida con la madera de una barrica de roble en la que envejece el vino. El propio Rafael Andújar lo relata en este vídeo: