Por Un Señor de Toledo.- La etapa 5 del Tour de Francia de 2019 se disputará el próximo miércoles 10 de julio y cuenta con un recorrido de 175,5 km entre Saint-Dié-des-Vosges y Colmar, con cuatro cotas de montaña puntuables en el mismo (dos de segunda categoría y dos de tercera). Una jornada que el Tour de Francia cataloga como de ‘accidentada’ en su libro de ruta y es que los ciclistas tendrán que transitar por una zona de media montaña, con subidas que pueden hacer realmente daño… No quizá para descolgar a grandes favoritos, pero sí para que no podamos ver una llegada al sprint y controlada.
Los Vosgos, por donde circula esta etapa, es una zona preciosa paisajísticamente y cuenta con magníficos pueblos de la región de Alsacia, como Colmar, dónde está situada la línea de meta. Este terreno además cuenta con media montaña que hace de la etapa una jornada muy propicia para que triunfen las escapadas, en un terreno en el que en los últimos 60 km de etapa se encadenan tres subidas, una de ellas la de Trois-Épis, un segunda pero con miga con 5 km de ascensión y una pendiente media cercana al 7%.
Sobre el papel es un día en el que deben triunfar los aventureros, la escapada del día cuenta con muchas papeletas para llegar, y de no ser así, muy atentos a los Alaphilippe o Valverde, que pueden tener también su oportunidad llegando en un grupo más reducido de ciclistas. Una jornada con trampas, por así definirlo y que puede deparar espectáculo en su parte final.