¿Debo llevar mascarilla cuando voy en bici?
Por Techo Díaz.- Hoy entra en vigor la enésima modificación del estado de alarma que obliga a todos los mayores de 6 años a llevar mascarilla. Debe emplearse siempre en espacios cerrados de uso público, pero también al aire libre si no es posible mantener una distancia de seguridad de al menos dos metros.
¿Afecta esto a los ciclistas? Esa era la gran pregunta ayer en todos los foros ciclistas tras conocerse la nueva normativa del Gobierno, que afecta por igual a todas las fases de la desescalada.
La duda ha quedado rápidamente despejada. Los colectivos de ciclistas y runners, entre otros deportistas, no están obligados a llevar la mascarilla mientras se ejercitan, estando de hecho «exentas todas aquellas actividades deportivas al aire libre que requieran tal esfuerzo que dificulten la respiración», ha dicho el Gobierno en respuesta a EFE.
Como todo en estos días, estará sujeto a múltiples interpretaciones – en España hay 1.000 expertos en interpretación del BOE por cada 900 habitantes- y la interpretación final recaerá en los agentes de la Ley, pero todo parece indicar que la mejor solución pasa por salir con una mascarilla en el bolsillo del maillot, pero no para emplearla en los momentos de máximo esfuerzo.
En bici, al igual que corriendo, hacemos paradas cada cierto tiempo. Es en estas pausas, si estamos a menos de dos metros de otra persona, cuando deberemos emplear sin duda una mascarilla.
También en ciudades como Madrid o Barcelona, de alta densidad poblacional y con los ciclistas concentrados de momento en las mismas horas es bastante recomendable usarla en para empezar y acabar la ruta. Más de uno y más de dos vivimos en zonas congestionadas, donde no es posible mantener una distancia de dos metros con los otros ciclistas al menos hasta alcanzar campo abierto una ruta más solitaria.
Ahora bien, en campo abierto y sin personas a menos de dos metros la mascarilla no es obligatoria, y probablemente tampoco recomendable. Ciclistas que la han usado hasta el momento afirman que hasta un 85% de pulso se puede sobrellevar, pero más alto ya se nota mucho la falta de aire.
Y lo cierto es que, con la llegada del verano, los riesgos de un golpe de calor aumentan con la mascarilla. Hace unos días un corredor de 26 años que corría con mascarilla en Wuhan, estuvo a punto de perder la vida, algo que ha dado argumentos a los que defienden que la mascarilla, más que una ayuda, puede ser un enemigo cuando hablamos de deporte.
El uso de mascarillas de alto poder de filtrado -dice el doctor César Canales en un artículo de Brujula Bike– «limitan la entrada de flujo aéreo cuando este es elevado, por lo que no se debe recomendar el uso de mascarillas con alto poder de filtrado durante la práctica deportiva. Es posible que aumente la presión parcial de dióxido de carbono, por lo que puede aparecer cefalea, mareo y sensación de adormecimiento».
En lo que coinciden absolutamente todos los expertos es en que, a la hora de combatir un posible contagio por coronavirus, es más importante es la distancia de seguridad que la mascarilla. Y recuerdan, en bicis en movimiento debe ser de 10 metros para ser totalmente efectiva.