La cadencia de pedaleo en ciclismo es el número de pedaladas que se dan por minuto. Mal comparado con un vehículo son como las revoluciones por minuto de un motor, que en el caso de la bicicleta son las vueltas que dan las bielas durante un minuto.
¿Cómo medir la cadencia?
Para medir la cadencia en el pedaleo en la actualidad existen los llamados sensores de cadencia, que transmite los datos de pedaleo a nuestro ciclocomputador, reloj o aplicación móvil. Hay muchos sensores de cadencia en el mercado y se pueden adquirir por precios razonables, mucho más bajos que los sensores que miden por ejemplo la potencia del pedaleo.
La importancia de la cadencia en ciclismo
La importancia de la cadencia radica en dos aspectos fundamentales como son la velocidad a la que nos vamos a desplazar en bici y el desgaste físico que ello nos va a suponer. Así, a más cadencia, más velocidad y más desgaste (si rodamos con un mismo desarrollo). Y la contrapartida a esto viene determinada por el desarrollo que utilicemos. Es decir, que a mayor desarrollo, una relación de plato-piñón que da un avance mayor por cada pedalada y supone un gasto energético mayor; o una relación palto-piñón menor que da un menor avance en metros y también un menor gasto energético.
Pues bien, esa es la clave y lo más relevante a tener en cuenta es que la cadencia ideal es aquella que nos permite lograr la misma potencia y velocidad, gastando menos energías. Esta es la norma ideal de la cadencia en el pedaleo.
Como norma general, para mantener las piernas más frescas y en mejores condiciones es recomendable sacrificar el desarrollo (rodar con un desarrollo menor y más cadencia). El abuso en el desarrollo penaliza la cadencia, pero también y lo más importante, conlleva un gasto energético mayor y un desgaste muscular en las piernas también superior.
¿Qué cadencia media es la más habitual o la recomendada?
Para responder a esta pregunta, primero hay que apuntar que no hay una norma general válida para todos los ciclistas, ya que cada uno tiene una manera de pedalear y gestionar los esfuerzos diferente.
La cadencia conviene mirar la media que resulta de una ruta completa y los baremos en los que podemos encuadrar a las ciclistas varían bastante dependiendo del estado de forma de cada uno. Así, un ciclista novel y que está empezando a montar en bicicleta acostumbra a tener una cadencia que varía desde las 60 a las 80 pedaladas por minuto de cadencia aproximadamente. Si por el contrario hablamos de un ciclista profesional o un aficionado bien preparado y en buena forma, esta cadencia aumenta en un baremo de entre las 90 y 110 pedaladas por minuto.
En este punto conviene aclarar también que la cadencia varía en función del terreno por el cuál estemos rodando. No es lo mismo la cadencia en un terreno llano y más cómodo, que en una subida con una pendiente acusada, en la que nuestra cadencia bajará. Igualmente, no es lo mismo el ciclismo de carretera que el MTB, ya que en esta última modalidad la cadencia varía mucho por los obstáculos y las dificultades del terrenos que nos encontramos.
Con conclusión y a modo de resumen, nuestro consejo es entrenar con diferentes cadencias y hacer entrenamientos específicos para mejorar la técnica de pedaleo y los recursos encima de la bicicleta. Cuando vayamos comparando datos y las propias sensaciones sobre la bicicleta, iremos ajustando mejor nuestra cadencia y desarrollo ideales. No olvides que no todos tenemos una misma cadencia óptima, ni utilizamos los mismos desarrollos para afrontar unos terrenos u otros.
