Pello Bilbao firmó hoy en el Tour de los Alpes su segunda victoria de la temporada. Lo hizo tras un descenso magistral, que nada tiene que envidiar a los de Mateh Mojoric ni a los mejores del mundo. Comandando un pelotón de apenas una quincena de unidades, logró reducir la ventaja de Sivakov y Storer y quitarles un minuto solo en la bajada.
Una vez en la línea de meta, escoltado por un pletórico Bahrain, se impuso en el sprint del reducido grupo a Bardet con muchísima diferencia. Consigue el liderato y repite el triunfo conseguido hace unos días en la Vuelta al País Vasco en una prueba de menor nivel, pero en la que nadie regala nada.
Lo mejor, las sensaciones que deja tanto él como su equipo, a poco más de 15 días para el arranque del Giro. Porque también Mikel Landa estuvo sensacional en la subida, seleccionando el grupo con un potente arreón que dejó descolgado al hasta entonces líder de la carrera y a un buen puñado de corredores.
¿Significa esto que debemos soñar con una victoria de Pello Bilbao en el próximo Giro? Probablemente sí, al menos de etapa. Allí ganó el vizcaíno dos parciales en el año 2019 y con el equipo y la forma que está dejando ver las opciones su multiplican seriamente.
Intratable en los descensos y con punta de velocidad en la llegada, el ciclista de Bahrain se convierte en una referencia para conseguir una de las cosas que más echamos de menos en el ciclismo español de los últimos tiempos: las victorias de etapa.
Todo dependerá, por supuesto, del papel que le toque hacer en la lucha por la clasificación general. Bilbao fue quinto en 2020 y sexto en 2018, así que podrá ser una baza para la general, pero todo parece indicar que trabajará para Mikel Landa o Wout Poels.
Con todo, o precisamente por ello, puede tener serias opciones para brillar en el Giro y llevarse también alguna etapa. Pero de momento, ilusiona, y no es poco.
