El Tour de Eslovenia bien podría pasar a llamarse directamente el Tour de Tadej Pogaçar. Siempre se le ha dado bien la carrera de casa a este joven prodigio, incluso cuando era un renacuajo que apenas rozaba la mayoría de edad y no tenía pelos ni para afeitarse la barba. Pero una cosa es tener un idilio especial con una competición y otra arrasar casi sin oposición y ganar por aplastamiento, que es lo que viene haciendo el del UAE en estos últimos dos años.
Tadej acaba de ofrecer una impresionante (y nueva) exhibición en el Tour de Eslovenia que acaba de finalizar. Vencedor de la clasificación general, el mejor a los puntos, dos victorias de etapa y un segundo puesto. De los cinco días de competición, tan solo se ha bajado en uno del podio, esa jornada con la llegada al sprint que a él ni le iba ni le venía demasiado. Pero no ha hecho esto en solitario, para ello se ha buscado un amigo, un fiel aliado con el que poder divertirse y ese ha sido Rafal Majka. Entre ellos dos han copado cuatro de las cinco victorias de etapa y los dos primeros puestos de la general
Pero para ellos simplemente parece eso, un juego de colegio, salir de la cama, montarse en bicicleta, sudar y ganar. Divertirse y ganar, de eso va este asunto para ambos. Así es como nos han dejado una de las imágenes más icónicas de los últimos tiempos, de esas que necesita el deporte en general y el ciclismo, quizás un poco más si cabe, en particular. Como si estuvieran en el patio del cole, se jugaron una victoria como lo hacen los niños, inocentes ellos, a través de un simple divertimento.
Fue en la cuarta etapa. 152 kilómetros y un final en Velika planina, un puerto de 1ª categoría. Y allá que se plantaron en la recta de meta, después de ir soltando a todos sus rivales uno por uno, Pogaçar y Majka. Entonces llegó el momento de decidir. “Oye, ¿y ahora quién gana?”, le dijo Rafal. “¿Lo jugamos a piedra, papel o tijera?”, respondió Tadej. No hacía falta decir nada más, así fue. Lo hicieron al mejor de tres intentos. Uno para cada uno en los dos primeros y llegó el instante decisivo. Seguían pedaleando, Majka apollado en el manillar y Tadej sin manos sobre la bici. El polaco sacó papel, la piedra de ‘Pogi’ resultó perdedora.
Rock, paper, scissors for the win!
Incredible moment as @TamauPogi and @majkaformal decide which of them wins the stage!
Another dominant performance from UAE Team Emirates at the #TourOfSlovenia pic.twitter.com/1YXEVpE3eZ— GCN Racing (@GcnRacing) June 18, 2022
Sonrisas, choque de manos, abrazos y victoria para Rafal Majka en un acto simpático, divertido y de lo más curioso. Se impuso el respeto, la deportividad, la amistad y el compañerismo. E incluso si apuran, hasta cierta dosis de competitividad en lugar de apalabrar el triunfo. Nada de malo, un gesto con repercusión más allá del ciclismo y una lección para aprender. Todo lo demás e interpretar como algo malo esta acción será tener demasiado odio en las entrañas.
