Está claro que Primoz Roglic tiene un objetivo claro: el Tour. Después de rozarlo hace un par de años, haberse tenido que retirar en la edición pasada, y llegar en plena forma después de ganar Dauphiné, este puede ser su año. También Jonas Vingegaard tendrá ganas de ver qué pasa tras subir al segundo escalón del podio el año pasado y de ser segundo también en la última edición de Dauphiné tras su compañero de equipo . Serán los dos hombres para la general que están llamados a liderar el Jumbo-Visma en la carrera. Lo de tener dos gallos nunca se sabe por dónde saldrá, pero no tendremos que esperar mucho para salir de dudas.
Junto a ellos, Wout van Aert también está llamado a hacer cosas importantes en este Tour, y lugar por la clasificación de la regularidad y luchar por etapas según declara Merijn Zeeman, director deportivo de la escuadra holandesa.
Tres hombres importantes para luchar por todo que recibirán ayuda del resto del equipo elegido para correr en Francia: Sepp Kuss, Steven Kruijswijk, Christophe Laporte, Tiesj Benoot y Nathan Van Hooydonck. En resumen, un equipo equilibrado para aguantar la primera semana (que es esa en la que no se gana el Tour pero se puede perder (que se lo digan a Roglic el año pasado) y dar mucha batalla en la montaña.