¿Y si todo esto del descenso mola?

A Eusebio Unzué no le gusta. Ya lo ha dicho en más de una ocasión. Le parece injusto, desproporcionado y poco acorde con la realidad del ciclismo. Pero la regla que hace que dos equipos vayan a perder la máxima categoría a finales de 2022 está dando mucho que hablar entre los aficionados a este deporte.

Y no es para menos. Movistar podría perder la categoría, pero también podría hacerlo el Education First, el Bike Exchange, el Lotto Soudal o el Israel Premier Tech. Todos, quizás con la excepción del último, con una larga trayectoria de éxitos y con méritos más que suficientes para militar en el el World Tour, la máxima categoría del ciclismo mundial.

Y todo -junto al Cofidis que está lejos de poder relajarse- se ven obligados a luchar cada día por sumar puntos, por colarse en las escapadas, por pelear por un tercer o cuarto puesto en vez de dejarse llevar en un sprint y por participar en carreras menores que antes el equipo ni consideraba. La gran pregunta es: ¿está esto generando más espectáculo?

A nuestro humilde e intrascendente entender sí. Rotundamente sí. Quizás ustedes hayan sido siempre de equipos como el Madrid o el Barcelona, pero si han sido seguidores de equipos como el Mallorca, el Valladolid, el Granada o el Logroñés (aquellos gritos radiofónicos de gooool en Las Gaunas) sabrán todo lo que se sufre y se gana con un descenso. No descender es a veces una alegría mucho mayor que ganar un campeonato.

Porque cada uno juega su liga, y en el ciclismo hasta ahora solo se jugaba la de ganar. Ahora se juega también la de no perder. Y ese duelo entre Cofidis, EF, Bike Exchange, Movistar, Lotto Soudal e Israel está siendo apasionante. Hace que veamos, por ejemplo, atacar a Jorgenson o a Verona en Movistar, luchando por cazar puntos en una etapa quedando terceros, y no solo protegiendo a un líder que va sexto en la general.

Porque la clasificación está muy apretada por detrás. Si quieren seguirla, les recomiendo una cuenta de Twitter  (@adescenso) que analiza y publica los datos día a día. Es muy entretenida seguirla porque todo esto puede dar todavía muchas vueltas de aquí a final de temporada. Y porque más allá de que la incansable tribu de haters del Movistar quiera ver a este equipo en segunda, la gran mayoría de aficionados queremos su salvación. Y no la tiene para nada asegurada.

Y a todo esto. ¿qué pasaría si Movistar desciende de categoría? Han renovado a Enric Mas hasta 2025, lo que todo parece indicar que los de Unzué cuentan con un proyecto a futuro y patrocinio más o menos apalabrado. ¿O que pasaría con Lotto Soudal, un histórico de la categoría en problemas aún mayores?

Siendo equipos de renombre, lo normal es que les inviten a las grandes vueltas del calendario. No solo al Giro, Tour y Vuelta, sino también a Dauphine. Paris-Niza, la Volta y a algunos monumentos. Incluso se librarían de acudir a algunas a las que están obligados por pertenecer al World Tour como Movistar a las de pavés o algunas escuadras a La Vuelta. Pero nadie se lo puede asegurar. Los organizadores tienen compromisos con equipos locales que a veces dejan fuera de las carreras a otros más brillantes.

Y en cualquier caso es lo de menos. Bajar no mola. Los equipos -como están haciendo- deben apelar al honor y luchar por cada punto que se reparte de aquí a final de temporada. Y entiendo que para ellos sea costoso y cansino, pero para el espectador está siendo apasionante. Un motivo más para sumar espectáculo a un deporte que, como todos, debe renovarse para seguir atrayendo a las audiencia. Para seguir vivo en tiempos de e-sports, concursos de globos y tantas formas nuevas de entretenimiento.

Y a lo mejor resulta que sí. A lo mejor resulta que todo esto del descenso mola.