El aficionado español lleva unos cuantos años sintiéndose un poco huérfano de referentes y de ídolos. Si de por sí el ciclismo es un deporte al que al gran público cuesta engancharlo más allá del Tour y de La Vuelta (ni siquiera el Giro tiene un especial tirón), la ausencia de figuras como las de Alberto Contador, Perico Delgado o Miguel Indurain siempre hacen que todo sea más complicado. La ecuación es sencilla, a mayores éxitos, mayor afición, véase el caso de la Fórmula1 con Fernando Alonso.
🗣️ @EnricMasNicolau: “Bastante tenía con poder seguir el ritmo de Remco… 😅 He hecho todo lo que podía. Balance muy positivo. Pese a la pérdida de tiempo en la CRE, salimos contentos de Países Bajos, y y hoy ha sido un gran resultado, tomando tiempo sobre rivales importantes” pic.twitter.com/54rQG931mI
— Movistar Team (@Movistar_Team) August 25, 2022
Por eso, esta Vuelta 2022 está siendo como un oasis en medio del desierto, un auténtico resorte y una competición que puede marcar un momento clave para la afición a este deporte. Quizás cuando menos lo esperábamos, después de venir de dos años de sequía de victorias en las Grandes Vueltas, con el único vueltómano español como es Enric Mas decepcionando en el Tour de Francia y con todos los elementos en contra, de repente algo ha hecho ‘clic’ y el panorama que se abre es otro muy diferente.
La primera evidencia fue la impresionante victoria de Marc Soler en la quinta etapa con final en Bilbao. Corriendo al contraataque, saliendo del pelotón a destiempo, haciendo una verdadera exhibición en solitario y manteniendo la emoción hasta el último metro antes de cruzar la meta, el triunfo del corredor de UAE fue sencillamente espectacular y de los que enganchan a la televisión. A Marc se le ve esta temporada mucho más liberado, con el nuevo rol que le ha asignado Matxin y que parece que responde mucho mejor a sus características. Durante años ha estado bajo el yugo de pelear por un puesto en la general o acompañar a un líder pero Soler tiene unas condiciones para hacer este tipo de exhibiciones, como ya lo hizo por cierto en La Vuelta de 2020.
Pero por si había dudas de si aquello podía ser un espejismo, entonces llegó el día de Pico Jano. Una ascensión inédita en la que se esperaba quizás una nueva muestra de poderío de Primoz Roglic… pero los españoles se transforman en casa. Roglic fue precisamente el que reventó y la gran noticia del día fue ver a Enric Mas completamente recuperado. Ya se le había visto bien pero lo de Pico Jano fue la confirmación.
Remco Evenepoel reventó la carrera y su rueda tan solo la pudo seguir el corredor de Movistar que terminó entrando en meta tercero y metiéndole casi 1 minuto y medio a Roglic en meta. La general pinta ahora de ensueño para Enric Mas y aunque es cierto que queda todavía un auténtico mundo y puede pasar de todo, al mallorquín se le ve con confianza y con la mente totalmente despejada.
Lo mejor es que las buenas noticias para el ciclismo español no se quedaron ahí. La otra lección la dio un ‘pipiolo’ como es Juan Ayuso. Se chupó gran parte de la subida a Pico Jano en solitario porque tenía más gas que el resto de corredores que se quedaron en el grupo de Roglic y también sacó tajada de esta preciosa ascensión. Presenta sus credenciales, pero como él mismo dijo, no sabe si cualquier día puede reventar. Y es que tiene 19 años, no hay que olvidarlo.
Y más buenas nuevas llegaron con Carlos Rodríguez. Otro de los ciclistas donde hay grandes esperanzas depositadas, el de Ineos hizo Top10 en la etapa y entró con Roglic junto al resto de grandes favoritos. El campeón de España luciéndose con su maillot y, ojo a esto, siendo mucho mejor que Carapaz. Esto pinta muy bien.
