Por Javier García
Van der Poel encarará el mundial de Tábor el próximo 4 de febrero con una superioridad que traspasa las fronteras de los videojuegos. El holandés no solo gana si no que lo hace con el pulso igual de acelerado de quien duerme plácidamente una tarde de invierno. VDP consiguió en Gavere su victoria número 152 en el ciclocross profesional con tan solo 28 años, números que adquieren dimensiones divinas si lo comparamos con las 84 de su pareja de baile bajo el barro, Wout Van Aert.
El nieto de ´Pou Pou´ acumula hasta ahora cinco mundiales y tres europeos en sus diez temporadas en el cx, segundo en el ranking histórico de arcoíris solo por detrás de los siete de Vlaeminck. La renta del belga-cada vez menor- es inversamente proporcional al hambre de un neerlandés al que cada vez que se le pone un techo el decide saltarlo por encima. Arena, barro, escalones, tramo a pie, descensos o subidas, el escenario es irrelevante porque siempre es el idóneo para él.
Confiar en que Mathieu Van der Poel será el mejor ciclista de la disciplina en su historia no es sinónimo de apuesta arriesgada. 152 victorias en 212 pruebas disputadas deslumbran un salvaje ratio del 72% de victorias, según datos de Velon. Resultados tan abrumadores como conciliadores, comparables con jugar un partido en el recreo contra los de tres cursos por encima o abonar el nivel de juego de tu play a la mínima dificultad.
La primera semana de febrero, el corredor del Alpecin-Deceunick volverá a la República Checa, concretamente a Tábor, la ciudad donde consiguió vestirse con su primer maillot arcoíris hace justamente ocho años. La prueba mundial pondrá un particular punto y aparte en la temporada de Mathieu, en la que pasará del barro al asfalto, su gran objetivo desde hace años.
A falta de cuatro semanas para la gran cita, el cartel de contendientes al título sigue siendo el gran interrogante, las carreras de la Copa del Mundo solo han servido para alimentar las dudas. Wout Van Aert ha vivido su particular pesadilla de navidad, con sus vulnerabilidades al desnudo y con un estado de forma mucho más cercano al resto de los mortales que al vigente campeón, su presencia no está para nada asegurada. Pidcock sería otro de los caballos ganadores, no obstante, su baja está confirmada desde el pasado mes de noviembre, aunque con el inglés nunca se sabe.
Desde El tío del Mazo estamos seguros de que las piernas le duelen igual que a los demás y de que tarde o temprano su dominio menguará. El problema que tiene el resto es que se han encontrado un producto sin fecha de caducidad y con un aspecto notoriamente mejor, por lo que deberán abonarse a un milagro de Lourdes para evitar el sexto entorchado de este extraterrestre.
