Por Javier García
El 2 de enero de 1997 Miguel Indurain ponía punto final a una de las carreras más brillantes del mundo del ciclismo. El de Villava convocó a los medios una fría mañana de Pamplona para comunicar que colgaba la bicicleta profesional de forma definitiva, algo que nos dejó a todos un poco huérfanos hace ya 27 años. Como ciclista, Indurain alcanzó las cotas mas altas, lo que pocos saben es que su relación con el deporte comenzó en las pistas de atletismo escolares de su Navarra natal.
El ciclista español más laureado de todos los tiempos no siempre estuvo atado a la cadena de una bicicleta, nada más lejos de la realidad. Entre las paredes y los patios de la calle San Andrés, Miguel creció y por supuesto probó todo aquello que un crio pudo desear: futbol, baloncesto y hasta ping-pong. Fue allí, entre viñas y tierras de cultivo donde adquirió un especial encanto por el atletismo, más concretamente por las carreras de medio fondo, siendo los 400 metros su prueba predilecta.
Durante los años 70 las competiciones deportivas escolares monopolizaron la parrilla televisiva de RTVE, “Camino del récord” o “Torneo” fueron algunos de los programas con un éxito superior. Fue en este segundo donde Indurain hizo su primera aparición en la pequeña pantalla, una prueba de 300 metros en la pista cubierta del Velódromo de Anoeta le ponía por primera vez cara a cara contra los mejores escolares a nivel nacional.
Cuando Miguel Induráin aun no se dedicaba al ciclismo #Torneo, mítico programa de #TVE presentado por Daniel Vindel. pic.twitter.com/mLZM734uGH
— BaloncestodeAyer y DeporteVintage (@DeporteVintage) December 7, 2023
En el video que han sacado de nuevo a la luz nuestros amigos de Deporte Vintage, el narrador presenta uno a uno a todos los atletas de la carrera. El sexto y último es un tal Miguel María Indurain, atleta de 300 metros que representa con orgullo a su colegio, el Larraona Claret de Pamplona. En contraposición a lo que veríamos años después, Miguel no arrasó, ni tan si quiera ganó aquella carrera, tuvo que conformarse con una tercera posición que lograría por milímetros, eso sí, con una remontada marca de la casa.
Ya que much@s nos piden la carrera aqui la tienen. pic.twitter.com/NMTi2rFGUs https://t.co/2imzajcZcj
— BaloncestodeAyer y DeporteVintage (@DeporteVintage) December 8, 2023
Posteriormente a su paso por el tartán, Miguel focalizó sus sueños en Hinault y sus exhibiciones en el Tour de Francia. Cinco Tours de Francia, dos Giros de Italia, un mundial y unos Juegos Olímpicos avalarían una de las mejores decisiones de la historia del deporte. Aquel 2 de enero de 1997– como el resto de su carrera- todo fue cuestión del dolor. No en un contexto de melancolía y tristeza, si no de constancia y sacrificio.
Miguel Indurain decía basta a los 32 años, el ciclista pasaba a mito. Aunque aquel número 63 de la calle exterior apuntaba maneras, desde El Tío del Mazo estamos seguros de que nunca le hubiera ido tan bien como le fue en el mundo del ciclismo, eso sí, nunca un bronce en 300 metros lisos envejeció tan bien.
