Por Javier García
Si algo bueno tiene el ciclismo es que hasta la competición más amateur tiene un reconocimiento en forma de premio. El prestigio y sobre todo el botín económico son el gran aliciente de las competiciones, pero ya que has logrado subir al podio que menos que obtener un buen decorado para tus vitrinas.
Hay trofeos realmente bonitos como el del Giro de Italia o el de la Tirreno Adriático, otros como la Txapela de la Itzulia o el adoquín de la Roubaix son más originales y otros como los que te presento a continuación han estrujado hasta límites insospechados la originalidad de sus organizadores.
Amstel Gold Race- Gran vaso de cerveza
La carrera de la cerveza por excelencia abre el telón del “Triptico de las Ardenas”. La prueba debe su nombre a la cerveza holandesa que ha estado presente desde su primera edición en 1966 y al nombre del rio que baña la ciudad de Amsterdam. Además de lograr una de las victorias más prestigiosas del actual calendario profesional el ganador recibirá un vaso de cerveza de grandes dimensiones. Las imágenes en el podio de los ciclistas bebiendo enormes vasos de cerveza es una de las cosas más llamativas de esta carrera. La noche previa también se organiza una fiesta multitudinaria para los aficionados donde la bicicleta pasa a un segundo plano, en estos países cualquier excusa es buena para disfrutar de la bebida espumosa por excelencia.
Kuurne-Bruselas-Kuurne-Burro de Peluche
¿A quien le importa un premio en metálico si puedes llevarte a casa un burro de peluche? Una de las clásicas más modestas de Bélgica ofrece como trofeos burros de peluche. Son muchos los belgas que tienen a los burros como animal sagrado, históricamente estos animales eran imprescindibles para transportar las verduras hacia el gran mercado, además de despertar con sus alaridos a los habitantes de aquellos pueblos por donde pasaban.
Artic Race-500 kilos de salmón
Hay premios y premios, pero difícilmente alguno puede superar el botín que obtiene el vencedor de esta prueba. Ni mas ni menos que 500 kilos de salmón noruego se embolsa el ganador de esta carrera, el atractivo es mayúsculo si vemos lo que cuestan 100 gramos de salmón en cualquier supermercado. El salmón también da nombre al maillot de mejor escalador, no sería descabellado que los mejores del pelotón fijen sus ojos en Noruega.
Tro Bro Leon-cerdo vivo
Posiblemente hablemos de uno de los trofeos más extravagantes del mundo del ciclismo, ya no es necesario ni que ganes, con subir al podio de esta prueba podrás acunar en tus brazos a un lechón vivo. El animal, creado en las granjas locales de la vieja bretaña, representa a la perfección lo que es una carrera especial. 200 kilómetros por sectores de caminos agrícolas, una competición que se considera la Paris- Roubaix del oeste y es una prueba marcada en rojo por los ciclistas bretones.
Clásica Jaén-aceituna de oro
Si hablamos de Jaén tenemos que hablar de su manto de olivos. En esta clásica no podía faltar un homenaje a su preciado fruto, que forma parte de su propio ADN, la aceituna. El cartel de la prueba en 2024 vuelve a ser de nuevo inmejorable, no es para menos, al ganador le estará esperando en el podio una aceituna gigante. El fruto bañado en oro y con un peso cercano a los tres kilos será un trofeo único en las vitrinas del ganador, un obsequio a la altura del desafío que la propia organización quiere plantear.