Por Javier García
Tras su más que exitoso estreno del pasado año, la Copa del Mundo de ciclocross volverá a Benidorm el próximo 21 de enero. La cita presenta un cartel inmejorable, encabezado por la presencia de Van der Poel, Van Aert, Tom Pidcock y el vigente campeón nacional, Felipe Orts. La prueba, que apenas cuenta con un año de vida, se ha consolidado con fuerza dentro del calendario mundial y ya constituye uno de los grandes atractivos turísticos de la localidad alicantina.
Benidorm es para muchos uno de los grandes destinos para disfrutar de sus vacaciones o simplemente para desconectar de la rutina. Sin embargo, la cuesta de enero no hace prisioneros y también afecta notoriamente los números de turismo de una de las zonas más ricas de nuestro país. La primera edición de la Copa del Mundo de ciclocross supuso un éxito en términos deportivos, pero también de público internacional y promoción. Más de 15.000 aficionados abarrotaron los parques de El Moralet y Foietes, provocando el cartel de Sold Out en hoteles que no están acostumbrados a hacerlo en estas épocas del año.
𝙏𝙃𝙀 𝘽𝙄𝙂 𝙏𝙃𝙍𝙀𝙀‼️
⭐️ Van der Poel
⭐️ Van Aert
⭐️ Pidcock¡Benidorm contará otro año más con las tres estrellas del #CX! 🔥 El último duelo de la temporada se corre en casa.
⌛️ – 1⃣3⃣ #BenidormCX
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Las victorias de Van der Poel y Fem van Empel fueron la punta del iceberg de un fin de semana redondo, con multitud de pruebas espectaculares sobre un clima impropio del mes de enero. El evento, según Toni Pérez, -alcalde de Benidorm-, supuso un revulsivo para la economía de la región, que, hasta la llegada de la especialidad invernal, vivía su momento más bajo de la temporada.
El ciclocross continúa creciendo a un ritmo abismal y todo lo que le rodea se nutre de ello, la bola de nieve no deja de rodar y cada vez atrapa más sectores. Los patrocinadores han fijado sus ojos en invertir en uno de los deportes rey de la temporada invernal “Al final, aquí se demostró que el ciclismo interesa, que el ciclocross llena y que el dinero que inviertes se ve retornado” declaró Felipe Orts el mismo día que se confirmaba la segunda edición de la carrera alicantina.
Benidorm volverá a ser durante un fin de semana la capital del ciclismo internacional, antes de pasar el testigo a Tabor, sede del próximo mundial de la disciplina a partir del 2 de febrero. La segunda edición de la Copa Mundial en la Costa Dorada ya presenta números de ocupación similares a los del año pasado, como ha podido confirmar la consellera de turismo de la Comunidad Valenciana, Nuria Montes, quien asegura que “esta prueba ya es uno de los atrayentes turísticos más importantes de la ciudad”.
Tener una prueba de estas dimensiones en nuestro país solo puede tener tintes positivos, pocos vicios son tan sanos y casi ningún deporte concentra tanta adrenalina en un espacio de tiempo tan reducido. Además del disfrute personal que ofrece el propio espectáculo, cada vez son más los que se salpican de los beneficios del ciclismo. A la película “larga vida a la Copa del Mundo de ciclocross de Benidorm” se le acaban los malos.