Podría haber sido francés y haberse llamado Jean Paul, pero nació en Leganés y se hizo ciclista en Ávila, así que sus padres le pusieron de nombre Carlos.
Con este nombre firmó una de las páginas más brillantes del ciclismo moderno, la subida al Alpe d’Huez que le valió para ganar el Tour de Francia de 2008. Y se pasó 14 años corriendo grandes vueltas, una tras otra, hasta tres por año en algunas temporadas. Lo habíamos dicho ya, no es lo mismo gran desastre que Grande Sastre.
Carlos Sastre nos acaba de dar un disgusto, ha anunciado su retirada del ciclismo profesional. Pero lo que nos ha dejado en estos años ha sido mucho, y muy bonito. Sirvan estas imágenes, recopiladas de su magnífica web, para rendir homenaje a uno de los mejores deportistas españoles del siglo XXI.
Hasta siempre, Carlos
Por Techo Díaz
Fuente: página web carlossastre.com