Por Techo Díaz.- En algún momento del día, leí ayer en Twitter que la Flecha Valona es la mayor expresión conocida de ciclismo YouTube. No pasa nada hasta el último kilómetro, donde todos se atacan como bestias e indefectiblemente gana el más fuerte, rango que ayer no correspondió a Philippe Gilbert ni a Peter Sagan sino al madrileño Dani Moreno.

No puedo estar más de acuerdo con esta afirmación. La Flecha Valona, una de las clásicas con más prestigio en este deporte, siempre ha sido así. Contaban ayer en Teledeporte que, además es una de las pocas pruebas deportivas que sólo se ha suspendido un año, en 1940, ya que se siguió corriendo en 1941, 42, 43, 44 y 45, a pesar de que el mundo entero se había vuelto loco y estaban matándose unos a otros en la Segunda Guerra Mundial. Una clásica con solera, vaya.

Pero lo cierto es que en las grandes vueltas cada vez nos vamos encontrando con más finales así. La Vuelta a España se lleva la palma, con finales como el del Mirador de Ézaro o la cuesta Rompecorazones de San Lorenzo del Escorial, pero el Giro y el Tour tampoco se quedan cortos.

Y es que el ciclismo YouTube es a fin de cuentas eso, espectáculo, presentado en píldoras cortas de máxima emoción, exportables a un video de dos minutos que puede ser visto una y otra vez en YouTube y compartido hasta rabiar en las redes sociales. De hecho, si alguien se perdió ayer la gran victoria de Dani Moreno no tiene más que conectarse a la red y verla. Terminará mucho antes de que su jefe –suponiendo que sea oficinista y tenga trabajo- se percate que no está repasando las cuentas de un aburridísimo excell o preparando los materiales para le reunión de mañana.

Es lógico que este tipo de ciclismo tenga sus detractores. Para los que nos gusta el ciclismo, nada como una etapa de cinco horas y los ataques a 100 kilómetros de meta. Es el ciclismo épico, el que crea afición, capaz de derrotar hasta la mismísima Siesta de Julio y que hace que año tras año te quedes esperando cada edición del Tour de Francia como un auténtico adicto.

Eso no tiene precio. Pero tampoco está nada mal este nuevo invento del ciclismo YouTube. Poner un muro en los kilómetros finales no sólo para que gane Purito o para que gane Gilbert, sino para ver espectáculo del bueno, una especie de sprint a cámara lenta donde sólo los muy grandes son capaces de hacerse con el título.

Eso mismo fue lo que pasó ayer en la Flecha Valona, una prueba más antigua que el mismísimo Google, pero con esa estructura que ahora se ha dado en llamar ciclismo YouTube. Emoción a tope en los kilómetros finales para consagrar en esta ocasión a un grande del ciclismo que se ha pasado muchos años trabajando para Purito, al igual que este lo hizo para Valverde, y que ahora alcanza, con este gran triunfo la categoría de estos youtubistas de excepción.

Y vean, ya que hablamos, el video. Porque ver como deja clavados a Gilbert y a Sagan y como alcanza a Betancur es para verlo. Y compartirlo.

http://www.youtube.com/watch?v=TkpfnTLdBms
 

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