Por El Aguador – En alguna ocasión hemos hablado aquí de otras profesiones que giran en torno a la bicicleta, y concretamente de los afiladores que van por pueblos y ciudades ofreciendo sus servicios para aguzarle el filo a cuchillos, tijeras y otras herramientas.
Hace unos días caminaba por la capital del pimentón de la Vera, Jaraiz de la Vera en Cáceres y me encontré con esta expresión moderna de la bicicleta de los afiladores. Todo en esta bici cuenta una historia, empezando por la propia máquina que rememora momentos gloriosos del ciclismo español, ya que es una de las mountain bikes que regalaba Banesto cuando todavía patrocinaban el equipo ciclista y estaba Indurain en sus filas.
A esta clásica bicicleta le han acoplado el ingenio que permite hacer que la piedra de amolar gire y afile los cuchillos. Se trata de una cadena acoplada al plato grande y que en vez de ir a los piñones de la rueda trasera transmite el movimiento a un sistema colocado sobre el cuadro y que acciona la piedra circular. Cuando el afilador está trabajando, baja el apoyo que tiene en la rueda trasera de manera que esta queda suspendida en el aire y la bicicleta queda estática.