Por Techo Díaz.- Acaba de concluir una de las etapas más bellas de los últimos años en el ciclismo moderno. Quizás incluso la que más. La que ponía punto final a una de las ediciones más montañosas del Criterium du Dauphine ha enamorado a todos los aficionados por su belleza, emoción e intensidad.
Como si de unas elecciones se tratase, al llegar a meta todos parecían haber ganado. El primero de todos el ganador. Triunfo incontestable de Andrew Talansky, ganador final de la general con un ataque a la antigua usanza, desde lejos, valiente y decidido. Dice el norteamericano que, pese a haber derrotado a los tres gallos del pelotón no se ve ganando el Tour de Francia, ni tan siquiera como favorito. No le falta cordura. El Tour es una carrera distinta, larga y dolorosa, pero que tampoco se quite mérito. Lo que ha conseguido hoy es muy grande, y con 25 tacos el de Miami está llamado a escribir grandes páginas en Le Grande Boucle. Chapeau por esta Dauphine que le ha robado nada más y nada menos que a Alberto Contador, número uno del ranking UCI y por lo visto hasta ahora el corredor más en forma del pelotón mundial.
Otro que ha ganado hoy es Mikel Nieve. El guardian del muro ha vuelto a hacerse con otra de esas etapas con final en alto que tanto le gustan y ha demostrado que está en plena forma para ser uno de los protagonistas del próximo Tour de Francia. Esa es, de largo, la mejor noticia para el Sky y para Chris Froome. El inglés puede estar seguro que llegará a la ronda francesa arropado, una vez más, por el mejor equipo del planeta Tierra.
Y aquí se acaban los premios, pero no los ganadores. Si esto fuesen unas elecciones, el Partido de Alberto Contador podría convocar sin complejos una rueda de prensa para anunciar su gran victoria: sacarle cuatro minutos a Froome en 26 kilómetros, completamente solo. La exhibición de Contador hoy en los Alpes Franceses ha sido legendaria. Ha perdido la general contra un ambicioso Talanski, la Dauphine se le resiste, pero le ha dado un palo tremendo a todos sus rivales. Si a Froome le ha dejado temblando, a Nibali, que rodaba por delante, se lo ha merendado con patatas onduladas. Rodando absolutamente solo ha ido reduciendo tiempo a todos los que iban por delante y enamorando -una vez más- a todos cuanto hemos tenido la suerte de ver la etapa.
Por muy pocos segundos no hemos visto un nuevo Fuente De, pero las cosas están muy claras. Contador está un punto por encima de sus rivales. Si para el Tour consigue tener un equipo, podría ser un claro candidato a la victoria. Si Kreuziger está tan fino como se le presupone -lo veremos en el Tour de Suiza- ya sólo nos hacen falta siete. Queda un mes para ello. Si hay suerte, el madrileño será el gran favorito para Le Grande Boucle, si no, al menos partirá en igualdad de condiciones. Froome no tira, pero el Sky tiene un equipazo. De momento salen igualados, muy por delante de Nibali y Astaná, muy discretos en el delfinato.
De hecho Nibali es el único que se marcha sin premios de la carrera francesa, porque Alberto Contador ha recuperado el número 1 del UCI World Tour. No juega a eso, pero es al menos un premio. Notable también para Kelderman y Van den Broeck.
Y un último ganador, muy por encima de todos ellos: el ciclismo. El Criterium du Dauphine 2014 ha sido una carrera espectacular, bellísima, arrebatadora. Una sola pregunta para que la responda el viento: ¿dónde hay que firmar para volver a ver otra como ésta?