Por Techo Díaz.- Acaba la Vuelta y los ojos siguen fijos en Valverde. No es para menos. El ciclista de Movistar acabó cuarto en la clasificación general de la ronda nacional el pasado año. Luego ganó al medalla de oro en Innsbruck.
Este año ha acabado segundo La Vuelta y dice que más entero que en 2018. ¿Qué podrá hacer en el circuito de Yorkshire?
El terreno inglés no se parece en nada al del Tirol austríaco. Además, el campeonato que entorchó a Valverde fue el más duro en lo que llevamos de siglo y uno de los más potentes de la historia. Pero con todo, no es un circuito para sprinters. O no al menos, para aquellos sprinters puros que se descuelgan cuando la carretera pica mucho para arriba.
Es más un circuito para clasicómanos, y aquí caben muchos. Valverde, sí, pero también Sagan, Van Avermaet, Mathews, Gilbert, Fulgslang, Alaphilippe (aunque parece que no llega a tope) y el joven animal Mathieu Van Der Poel. Quizás no lo parezca en el perfil, pero son más o menos 3.500 metros de desnivel.
El circuito se divide en dos partes. Una primera en la que se afrentan tres ascensiones (que, siempre según criterios, podrían asimilares a puertos de 3ª y 4ª) y un circuito final donde se suben las mismas cotas varias veces. En este perfil elaborado por Lasterketa Burua se ve con mayor claridad el recorrido y sobre todo las subidas.
Son siete vueltas al circuito de 14 kilómetros, con final en Harrogate. En total suman 285 kilómetros, una distancia poco habitual en las carreras de hoy en día y que favorece a hombres fuertes como Valverde. El recorrido final es muy técnico y con curvas cerradas, lo que juega también en favor de especialistas como Van Avermaet o Gilbert, que han demostrado también su buen estado de forma con victorias en La Vuelta y en Canadá.
Sea como sea, el circuito promete espectáculo. Y una cosa es segura: Valverde y la selección saldrán a ganar. Revelaba hoy Javier Mínguez en el documental #UnAñoDeArcoiris que pactó con el murciano el año pasado a mediados de La Vuelta. Renunciaba a la general y ser reservaba para el Mundial de Innsbruck. Todo con testigos y buenas palabras.
No hizo ni caso. El murciano se exprimió a fondo para intentar ganar la Vuelta. Mínguez desesperado. Pero llegó a Innsbruck y ganó el Mundial. Así que este año… ¿Quién sabe? Por lo pronto, valdrá la pena verlo…