¡Cuenta atrás activada! El ciclismo tiene este verano una cita ineludible en las carreteras españolas, y no hablamos de La Vuelta. Bueno, en realidad sí, pero de la Ceratizit Challenge by La Vuelta, es decir, la prueba femenina. Una competición que en los últimos años ha ido experimentando un crecimiento exponencial y, todo sea dicho, emocionante de ver, tanto en la calidad de sus corredoras como en movimiento social y en días de competición..
El 7 de septiembre arrancará en Marina de Cudeyo, en Cantabria, esta octava edición que contará con un total de cinco etapas, cuatro de ellas que se presuponen apasionantes y muy exigentes para las ciclistas y la quinta y última con la exhibición por las calles de Madrid y el habitual sprint previsible. El trazado transcurre durante gran parte de la prueba por Cantabria, pisa Castilla y León y termina en la Comunidad de Madrid, por lo que desde el norte hasta el centro va a poder disfrutar el público en primera persona de esta carrera por la que Unipublic sigue apostando fuerte.
Una contrarreloj por equipos inicial, dos días exigentes de montaña, una jornada con final trampa en Segovia y un sprint final hacen del recorrido un trazado muy variado, con opciones para distintos perfiles de ciclistas y sobre todo una exigencia muy alta, seguramente sin precedentes en la reciente historia de la prueba.
1ª etapa: Marina de Cudeyo – Marina de Cudeyo (CRE)
Abriremos boca con una modalidad que no se ve habitualmente y que un buen sector de los aficionados al ciclismo reclaman año tras año, una contrarreloj por equipos. Serán prácticamente 20 kilómetros en los que no habrá grandes dificultades pero sí varios repechos que van a exigir los primeros esfuerzos importantes a las corredoras. La fuerza del grupo será un apoyo para las favoritas, que tendrán que implicar a todo su equipo en la pelea. Seguro que vamos a tener las primeras diferencias de la competición y puede que incluso alguna favorita empiece a remar a contracorriente ya desde el primer día.
2ª etapa: Colindres – Colindres (105,9 km)
Con el primer esfuerzo en las piernas acumulado, nos encontramos en esta segunda jornada con una de las etapas más duras de toda la Ceratizit Challenge by La Vuelta. Fundamentalmente por dos aspectos, uno la distancia ya que con 105,9 kilómetros es la segunda etapa más larga de la competición, y otro por el impresionante perfil diseñado.
Un total de cinco puertos, uno de 3ª categoría, dos de 2ª categoría y otros dos de 1ª categoría, contribuyen a sumar muchos metros de desnivel positivo acumulado y una carga física que puede pasar factura. Desde la salida en Colindres prácticamente al nivel del mar la carretera empieza a picar para arriba y enseguida las ciclistas afrontarán la primera subida del día, Fuente las Varas, de 2ª categoría, con más de seis kilómetros al 5,5%. Bajada rápida y subida a Cruz de Usaño, de 3ª categoría.
Aquí se abre un horizonte favorable, ligeramente descendente de algo más de 20 kilómetros donde se puede recuperar un poco o, si alguien tiene ganas especiales de guerra, hacer de ellos una tortura porque enseguida llegará la traca final.
El tramo duro arranca con la ascensión a Campo Layal, un 1ª categoría de 6,6 kilómetros por encima del 6% de pendiente media, posteriormente se subirá de nuevo pero por una vertiente más dura Fuente las Varas, ahora catalogado de 1ª categoría al contar con 6 kilómetros al 6,2%, y se encadenará seguido con la última subida del día a Campo la Cruz, un 2ª categoría de solo 3,2 kilómetros pero al 8% de media. Una vez que se corone, un descenso y cerca de 10 kilómetros llanos por delante para rodar donde si alguna de las favoritas se ha quedado sola puede terminar perdiendo un tiempo precioso.
3ª etapa: Camargo – Aguilar de Campoo (96,4 km)
La organización ha decidido catalogar este ecuador de la prueba como una etapa «llana» pero si alguien piensa perderse este trayecto entre Camargo y Aguilar de Campoo debería replanteárselo porque pueden pasar muchísimas cosas.
Es cierto que el primer tercero de la jornada es tranquilo con tan solo el Alto de Hijas, de 3ª categoría, poniendo algo de dificultad, pero después las corredoras van a encontrarse con una montaña de las grandes. No por pendientes, pero sí por longitud. Hoces de Bárcena, de 2ª categoría, supone que el pelotón estará 16 kilómetros de manera constante subiendo y gastando fuerzas por mucho que la pendiente media resulte tan solo del 3,4%.
Es un puerto tendido pero que se hará eterno y que puede jugar malas pasadas a todas aquellas que vayan un poquito justas o no estén bien protegidas por sus compañeras. Si se hace un criba, mucho cuidado porque al coronar restarán todavía más de 30 kilómetros por delante con un terreno muy escarpado, como si se tratara de una clásica, así que ese recorrido antes de la meta en Aguilar de Campoo puede ser definitivo para el devenir de la carrera.
4ª etapa: Palencia – Segovia (160 km)
Recta final de la Ceratizit Challenge by La Vuelta y etapa con trampa. El perfil quizás no diga gran cosa pero hay varios factores que pueden desequilibrar la carrera. El primero de ellos es el kilometraje porque se trata, además ya cerca del final, de la jornada más larga de toda la competición y eso puede hacer mella. Después, hay que tener en cuenta que la primera mitad es una especie de miniclásica con constantes repechos y cotas no puntuables que van a ir cargando las piernas sobremanera.
Después, y las ciclistas ya están advertidas de ello, el pelotón entra en una zona en la que sopla el viento con asiduidad y los abanicos van a ser una amenaza real. El nerviosismo va a aparecer y también las corredoras van a tener que extremar las precauciones para no sufrir una caída. Y el último punto clave es la llegada. El empedrado de Segovia, picando para arriba en lo que han catalogado un puerto de 4ª categoría de 2,4 kilómetros al 3,9% puede causar los últimos estragos después de un día que se prevé durísimo.
5ª etapa: Madrid – Madrid (96,5 km)
La fiesta final de la octava edición de la Ceratizit Challenge by La Vuelta por las calles de Madrid. Un total de 17 vueltas al circuito con el paso por los lugares emblemáticos del centro de la capital van a poner la traca final a una carrera impresionante para el disfrute de las corredoras que consigan terminar y del público que se dará cita para recibir al pelotón.