Este Tour de Francia 2022 se recordará para siempre por esos duelos fuera de toda lógica que nos han regalado durante días a tumba abierta Jonas Vingegaard y Tadej Pogaçar. Ataques lejanos, subiendo o bajando, dejando a los gregarios completamente fulminados muy lejos de meta que nos han hecho levantarnos del sillón viendo la carrera por televisión… pero ha habido otro duelo que le ha dado picante a la competición y que no se ha podido ver por la pantalla.
Lo han contado sus propios protagonistas. O más bien uno de ellos, el que se vio principalmente ofendido por la actitud de su rival. En el ajo, un francés y un colombiano, o lo que es lo mismo, David Gaudu y Nairo Quintana. Los dos han mantenido una preciosa disputa especialmente en las etapas de los Pirineos por la cuarta plaza, una pelea de la que finalmente salió ganador el ciclista del Groupama mientras que el de Arkea tuvo que conformarse con la sexta posición.
El conflicto llegó en la decimoséptima jornada, aquella en la que de nuevo los amigos Tadej y Jonas decidieron reventar todo camino de Peyragudes. En aquella ascensión por delante ya solo quedaron los dos favoritos pero por detrás, lejos de los grandes focos, había guerra de guerrillas. Thomas haciendo siempre la goma, Lutsenko peleando, Bardet resistiéndose… y Gaudu y Quintana pegados mano a mano.
Obviamente, había marcaje entre ambos. El podio estaba lejos pero la cuarta plaza es un dulce que no amarga a nadie en el Tour de Francia y había que sufrir por ella. Gaudu siempre ha ido de menos a más en las rampas más duras de la carrera, quedándose pronto y acabando más entero que sus rivales, y Nairo ha tenido días mejores y peores. Así, ambos vieron que sus fuerzas eran similares y se agruparon.
Pero las cosas no funcionaron, al menos para Gaudu. Nairo Quintana volvió a mostrar su versión más conservadora en este dúo y decidió, como explicó su rival francés, plantarse a rueda y no dar un solo relevo. El aire se lo comió el galo mientras que el colombiano siempre fue aprovechándose del esfuerzo de su rival. Una táctica, como cualquier otra, lícita y respetable, otra cosa es que sea compartida y más por tu contrincante directo.
Esto mosqueó a Gaudu y estalló del cabreo cuando vio que, además, Nairo le atacó después de haber ido tantos kilómetros a rueda. Su director le gritó desde el coche para que aguantara y, tal y como Gaudu reconoció, terminó alcanzando a Quintana de nuevo casi por orgullo. Además, el galo tenía su particular venganza preparada para el final.
Llegando a meta juntos, sin despegarse y al borde de la extenuación, Gaudu lanzó un ataque en los metros finales que le sirvió para soltar de rueda al del Arkea y, aunque fuera poco, robarle cinco segunditos en la general. Un golpe más moral que real pero que le sirvió al de Groupama para desquitarse y sentirse satisfecho de su esfuerzo durante toda la subida. Al final, encontró recompensa y terminó siendo cuarto en el Tour. Seguro que celebró eso y que Nairo no entrara ni siquiera en el Top5.
