Es la pregunta que se está haciendo cualquier aficionado al ciclismo en España viendo el tramo final de temporada. ¿Por qué ahora? ¿Cuál es la razón de que Movistar Team sea ahora mismo uno de los equipos más competitivos de todo el pelotón? ¿Por qué hace unos meses no olían las primeras posiciones ni de broma?

El equipo español lo ha pasado realmente mal a lo largo de estos últimos meses con el ránking para mantener la categoría. Felizmente, todo quedará en un susto, aunque es más que eso, es un serio aviso de que hay muchas cosas que se han hecho mal y de que, quizás, urjan cambios en algunos puestos o un giro de timón. Pero como decimos toda esta situación agobiante pasará a mejor vida gracias al sprint final de esta temporada.

Las últimas semanas han sido sencillamente espectaculares. Rozando la perfección en cada competición a la que el equipo acudía. Desde La Vuelta, con la sensacional actuación de Enric Mas y su segundo puesto detrás de Remco Evenepoel, parece que el equipo al completo ha experimentado un cambio inexplicable. Casi como el propio Enric.

En La Vuelta los telefónicos, especialmente gracias al mallorquín, se llevaron muchos elogios. Atacó, se dejó ver y fue segundo. Pescó unos cuantos puntos muy valiosos para Movistar Team cuando seguían en una situación de riesgo. Parecía que iban a tener que seguir remando en el filo, pero todavía seguimos todos con la boca abierta.

La victoria de Gonzalo Serrano en el Tour de Bretaña abrió el camino de las victorias. Ganó una etapa, y se quedó con la clasificación general. No estaban todos los ojos del gran público puestos allí, pero Movistar sí que había concentrado esfuerzos en la carrera británica. Más puntos de oro al zurrón.

Después llegó la gira por Italia. Las clásicas de otoño para decir adiós a la temporada y también despedir a Alejandro Valverde. De qué manera. Movistar se plantó en aquellas carreras con confianza, con Alejandro queriendo firmemente marcharse del ciclismo por la puerta grande y con un Enric Mas que aguanta un estado de forma sensacional.

Enric es un tipo al que le cuesta ganar, que no remata de forma fácil. Pero en el Giro dell’Emilia pareció todo lo contrario, un ciclista con instinto y curtido en mil batallas. Victoria y cuarta plaza de Alejandro Valverde. Ya Movistar empezaba a ir casi sobrado de puntos, apenas se hablaba de eso y sí de ciclismo. De las grandes actuaciones.

Pero este fin de temporada parece que va de reivindicaciones. Casi cuando menos se le esperaba, entró en acción Iván García Cortina. Llevaba demasiado tiempo sin ganar, y Movistar le había fichado para eso. Parecía haberse estancado pero en el sprint de Gran Piemonte emergió su figura para llevarse la victoria. Inesperada, pero celebradísima. Ojalá un punto de inflexión.

Y más en Italia. Il Lombardia, donde iban varios cocos a poner el punto y final a la temporada. Por allí estaba Tadej Pogaçar, dispuesto a resarcirse de lo del Tour de Francia. Pero de nuevo Movistar planteó la carrera de manera maravillosa. Otra vez Enric, otra vez Alejandro. Los dos con los mejores pero era el mallorquín el que mejor iba. Para frotarse los ojos. Un final de clásica de tú a tú entre el extraterrestre y el de Movistar, que soñó con ganar el sprint. Un segundo puesto y puntos, más puntos.

Pero como decíamos que esto iba de reivindicaciones, sobre la bocina ha llegado otra más. La de Iván Ramiro Sosa, otro hombre fichado para hacer cosas llamativas y buenos resultados y que ha resultado ser una decepción tremenda. Al menos hasta ahora, hasta el Tour de Langkawi. Seguramente se esperaba que triunfara en otras pruebas de más nivel pero su victoria en esta carrera viene a reafirmar que sigue habiendo corredor. Eso, y que a Movistar Team al final le han sobrado los puntos.

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