Por Gonzalo Díaz Bonet
La inteligencia artificial va a cambiar el mundo. Y va a cambiar, sobre todo, nuestra forma de trabajar. Es muy probable que en un futuro no muy lejano las jornadas laborales sean mucho más cortas, o tengan menos días, en beneficio de lo que hoy se conoce como conciliación. Que no tiene porque ser solo familiar. Uno puede y debe tener tiempo para combinar su trabajo con la vida familiar, pero también con sus aficiones, sean de la índole que sean. Como montar en bicicleta.
Con la irrupción de Sora, ChatGPT, Bing Image Creator, Gemini o Slack se abre un infinito abanico de posibilidades para que los humanos de a pie deleguemos parte de nuestra tareas a estas herramientas y dispongamos de más tiempo libre. Para que podamos hacer las cosas con más calma, que es como salen mejor. Para que dejemos de vivir con el agua al cuello.
Pero eso, que llegará, no va ser hoy. No va a ser en febrero de 2024. Porque hoy estas herramientas, si bien son capaces de hacer cosas increíbles, son solo pequeños bebés a los que hay que enseñar. Que aprenden de sus errores y que deben ser afinadas. Que sirven, en definitiva, de inspiración, pero no se encargan de hacer nuestro trabajo completo. Fíjense si no en lo que pasaría si a una IA como ChatGPT le encargases el trabajo de diseñar el recorrido de la Vuelta Ciclista a España.
Pueden hacer la prueba, es cuestión de segundos. Yo lo acabo de hacer, introduciendo el siguiente prompt: ‘Diseña una edición de la Vuelta Ciclista España que sea los más atractiva posible para el espectador. La Vuelta debe constar de 21 etapas y recorrer distintos lugares de la geografía española, incluyendo lugares icónicos para los amantes del ciclismo’.
Y este ha sido el resultado. Lo dejo literal, para que juzguen ustedes:
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¡Claro! Aquí tienes una propuesta para una edición emocionante de la Vuelta Ciclista España con 21 etapas, destacando lugares icónicos y ofreciendo variedad en terrenos y desafíos para los ciclistas:
Etapa 1: Granada – Sierra Nevada (Contrarreloj Individual)
Comenzamos con una contrarreloj individual ascendente hasta la estación de esquí de Sierra Nevada, ofreciendo una vista impresionante.
Etapa 2: Málaga – Ronda (Media Montaña)
Una etapa media montaña que presenta hermosos paisajes mientras los ciclistas se dirigen hacia la histórica ciudad de Ronda.
Etapa 3: Sevilla – Córdoba (Plano)
Una etapa llana que atraviesa las llanuras de Andalucía, con un sprint final en la hermosa ciudad de Córdoba.
Etapa 4: Cáceres – Parque Nacional de Monfragüe (Montaña)
Una etapa de montaña que pasa por el impresionante Parque Nacional de Monfragüe, un desafío para los escaladores.
Etapa 5: Salamanca – Zamora (Contrarreloj por Equipos)
Una contrarreloj por equipos en las planicies de Castilla y León, destacando la velocidad y la estrategia del trabajo en equipo.
Etapa 6: León – Lagos de Covadonga (Montaña)
Un día clave en la montaña con la subida clásica a Lagos de Covadonga, un desafío legendario para los ciclistas.
Etapa 7: Santander – Bilbao (Media Montaña)
Una etapa media montaña que cruza el norte de España, desafiando a los ciclistas con terrenos ondulados.
Etapa 8: San Sebastián – Pamplona (Plano)
Una etapa llana que atraviesa las ciudades emblemáticas del País Vasco y Navarra, con un emocionante sprint final en Pamplona.
Etapa 9: Logroño – Haro (Contrarreloj Individual)
Otra contrarreloj individual, esta vez en la región vinícola de La Rioja, ofreciendo un hermoso telón de fondo.
Etapa 10: Zaragoza – Teruel (Plano)
Una etapa plana a través de los campos de Aragón, con oportunidades para los velocistas.
Etapa 11: Valencia – Alicante (Media Montaña)
Una etapa media montaña que recorre la costa mediterránea, con un final en la famosa subida a la Sierra de Aitana.
Etapa 12: Murcia – Cartagena (Plano)
Una etapa llana a lo largo de la costa sureste de España, con una llegada emocionante en la ciudad portuaria de Cartagena.
Etapa 13: Almería – Cabo de Gata (Contrarreloj por Equipos)
Una contrarreloj por equipos que destaca los paisajes desérticos y la costa del Parque Natural de Cabo de Gata.
Etapa 14: Granada – Alhambra (Media Montaña)
Una etapa que culmina en la famosa Alhambra, con colinas y terrenos ondulados.
Etapa 15: Cuenca – Ciudad Encantada (Montaña)
Una etapa de montaña que destaca las formaciones rocosas impresionantes de la Ciudad Encantada.
Etapa 16: Madrid – El Escorial (Plano)
Una etapa llana que se dirige a las afueras de Madrid, con un circuito final en torno al Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
Etapa 17: Segovia – Picos de Europa (Montaña)
Un día de montaña que lleva a los ciclistas al impresionante paisaje de los Picos de Europa.
Etapa 18: Santander – San Vicente de la Barquera (Media Montaña)
Una etapa media montaña que recorre la costa norte de España, con hermosas vistas al mar Cantábrico.
Etapa 19: Oviedo – Lagos de Saliencia (Montaña)
Otra etapa de montaña con la subida a los Lagos de Saliencia, desafiando la resistencia de los ciclistas.
Etapa 20: Gijón – Angliru (Alto Montaña)
La etapa reina que culmina en el temido Angliru, ofreciendo un final épico en alta montaña.
Etapa 21: Santiago de Compostela – Finisterre (Plano)
La etapa final que cruza Galicia y termina en el histórico Cabo Finisterre, proporcionando un cierre simbólico para la Vuelta.
Esta edición diversa de la Vuelta Ciclista España busca equilibrar la emoción de las montañas con la estrategia de las contrarrelojes y la velocidad de las etapas llanas, todo mientras destaca la belleza y la cultura de diferentes regiones de España.
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¿No tiene desperdicio, verdad? Me flipa especialmente la etapa número 17, la que va desde Segovia a los Picos de Europa. Suponiendo que, por ejemplo, el final estuviese situado en la idílica localidad de Potes, el trayecto sería nada menos que de 327 kilómetros. Bastante más larga que cualquier monumento.
Luego está la crono por equipos Salamanca-Zamora. 72 kilómetros que marcarían unas diferencias monstruosas en la general, poco habituales en el ciclismo de nuestros días. Pero es que el recorrido dista mucho de ser el convencional. Cuatro cronos en total, empezando por una cronoescalada de aúpa: Granada-Sierra Nevada el primer día.
Ciclismo de otro siglo, sí, pero de principios del otro siglo. Del que practicaban “los forzados de la carretera”, aquellos pioneros locos que recorrían el país con su cubierta al hombro y que paraban a tomarse cerveza en los bares para poder seguir pedaleando durante horas.
Eso sí, hay que reconocer que para el espectador sería todo un aliciente. Una nueva forma de ver el ciclismo con la que, a buen seguro, no estarían del todo conformes los corredores. Algo que, por irrealizable, no tiene porque dejar de ser una fuente de inspiración.
¿Y si en una gran vuelta se pusiese una jornada de más de 300 kilómetros de duración? Y al día siguiente hubiese no jornada de descanso, sino hasta tres si fuese necesario. O jornadas de 25 kilómetros (el sprint y poco más) para compensar. Una auténtica locura, un estallar de cabezas, pero una forma de motivar al aficionado, triplicar el espectáculo y de romper moldes que no tienen por qué ser eternos.
Somos muchos a los que nos apasiona este deporte, pero siendo un poco autocríticos, ¿está generando algún interés entre las generaciones más jóvenes? Y eso que contamos con la generación de ciclistas más batalladores y salvajes de la historia. A los Pogacar y compañía no se les puede reprochar la actitud ni la entrega pero, si de verdad queremos perpetuar algo que nos encanta hay que introducir algún cambio. Ir haciendo reformas en la casa para que no se nos caiga encima.
ChatGPT no sirve para diseñar recorridos ciclistas. Ni aunque le hubiésemos puesto un prompt más exigente (se le puede pedir un tope de kilómetros a las etapas, que salgan de la misma ciudad de donde acaban, limitar las cronos…) sería capaz de sustituir a los humanos que se encargan de hacer esta labor. Pero puede darles ideas. Esa es hoy la principal utilidad de los asistentes conversacionales y motores de IA generativa. Y, aunque, sus ocurrencias a veces nos hagan gracia, también podemos sacarles un buen partido.
