Por Techo Díaz.- Primera jornada de descanso en el Tour y parece que ya está todo dicho, incluso antes de pisar siquiera los Alpes y los Pirineos. El principal favorito para ganar el Tour, Bradley Wiggins, goza de una sólida ventaja tras la primera contrarreloj y nadie parece en condiciones de arrebatarle el sueño de su vida: ganar el Tour de Francia.
El simpático mozalbete, autor de frases como “putos vagos”, “jodida pregunta” y otros hits que hacen que las ruedas de prensa de Mourinho parezcan rodadas por Walt Disney, no le caen muy bien los periodistas, ni los que escriben en Twitter. Probablemente a la mayoría de periodistas tampoco les caiga bien al británico, ni a los que escriben en Twitter, ni tan siquiera a los de Instagram.
Quizás estamos hablando del ciclista más polémico desde Laurent Fignon, o quizás es simplemente que no está llevando tan bien como pensaba la presión de ser el centro de atención de la carrera más mediática del mundo. Ser el líder del Tour es muy difícil, tanto dentro como fuera de las carreteras.
Laurent Fignon era un gran ciclista y Wiggins también lo es, pero los grandes campeones no escupen a las cámaras, ni llaman putos vagos a los periodistas a no ser que estén muy nerviosos. Entonces te puede pasar que un americano te levante el triunfo final en una contrarreloj en tu ciudad natal o que un keniata…
Y es que el gran rival de Bradley Wiggins, maillot amarillo del Tour, parece ser su compañero de equipo, el británico de origen keniata Christopher Froome. La irrupción de Froome, que ya acabó superando a Wiggins en la Vuelta de 2011 es similar a la de Jan Ullrich en 1996, cuando trabajó para su líder Bjarne Riis aún siendo netamente superior. Con más edad, eso sí. A sus 27 años Chris Froome parece destinado a batirse el cobre con Contador, Nibali y el peque de los Schleck en tours mucho más divertidos que este.
Y sin embargo, el gran rival de Bradley Wiggins no es su compañero de equipo. Froome es un tipo disciplinado que pudo haberse ido del Sky y decidió seguir para ayudar a Wiggins a ganar el Tour de Francia. Y lo hará, salvo que el inglés reviente.
Porque el gran rival de Bradley Wiggins es Bradley Wiggins. Cadel Evans ha ganado un tour, Vincenzo Nibali una vuelta, Denis Menchov dos vueltas y un giro y hasta Chris Froome ha sido segundo en una de las grandes. A sus 32 años, Wiggins ha ganado varias medallas en los JJ.OO. pero sólo ha sido tercero en una vuelta y hay grandes dudas sobre lo que pueda hacer la última semana.
Si no se pone nervioso, parece que lo tiene hecho. Cuenta con el mejor equipo del mundo (el BMC ha resultado ser un fiasco) y un gregario superior a cualquiera de sus rivales. Si los nervios no le fallan, cenará de amarillo en París.
Pero si comete un solo fallo está perdido. Vincenzo Nibali va a echar mucho de menos a Samuel Sánchez, como ya ha echado de menos a Alberto Contador y a Andy Schleck, pero está claro que va a atacar. Y ojo, 2’23” no es tanta distancia. No sin haber empezado la montaña. 2’23” es un mal día, un ligero roce de Monsieur Masó. Y como Juanjo Cobo tenga sólo un buen día y se alíe con el italiano la lían parda. Queda Tour, amigos. Hagan sus apuestas!
